Por qué Drew Barrymore se ha convertido en la estrella más odiada de Hollywood en 48 horas

Cuando en 2020 Drew Barrymore anunció el estreno de un talk show con su nombre en plena pandemia, nadie supo preveer la dimensión (y el éxito) que The Drew Barrymore Show terminaría teniendo. Y en la increíble reinvención que Barrymore estaba a punto de protagonizar.

Tres años después, la actriz es la reina indiscutible del género, una versión actualizada de Oprah que, igual que ella pero con un estilo propio, logra que las estrellas confiesen lo inconfesable en su plató y que por el camino se ha convertido en una gurú (otra más) del estilo de vida con sus recetas de cocina y sus tips de decoración .

Tanto es así que este año la revista Time ha distinguido a Barrymore, que forma parte del showbusiness desde que tenía cinco y arrastra una biografía de excesos y episodios trágicos , como una de las 100 personas más influyentes del planeta.

A sus 48 años, el éxito ha venido acompañado de un pequeño imperio comercial: con una línea cosmética, otra de muebles, una más de utensilios de cocina, marcas de ropa y accesorios, una productora audiovisual y hasta una bodega propia. Así hasta amasar una fortuna que la web Celebrity Net Worth estima en más de 125 millones de dólares.

Celebrada por los medios especializados (que han reconocido su habilidad para renovar un formato mil veces reinventado) y adorada por sus compañeros de profesión (muchos de los cuáles se han sentado en su sofá convirtiendo su show en un fenómeno viral) en las últimas horas Barrymore ha dilapidado parte del extraordinario trabajo realizado en los últimos años al anunciar que la cuarta temporada de su talk show reanudaba las grabaciones pese a las huelgas que paralizan Hollywood desde hace semanas .

La actriz ha defendido su decisión explicando que el programa, que habitualmente se nutre de estrellas que están promocionando series o películas, no contará con ese tipo de entrevistas mientras la huelga continúe y respetará, por tanto, la lucha de sus compañeros del sindicato de actores. Otro asunto son los guionistas, enfrentados a los estudios y las plataformas de streaming desde mayo.

De hecho, The Drew Barrymore Show ha intentado echar a andar con su cuarta temporada en antena sin su habitual equipo de escritores, lo que ha provocado tanto piquetes a la puerta del estudio de grabación como fuertes críticas a la estrella. «Cualquier guion de The Drew Barrymore Show viola las reglas relativas a la huelga», ha explicado el sindicato que presenta a los guionistas. Al final ha terminado anunciando que se echa para atrás y que no estrena su show hasta que no temrine la huelga.

La decisión de Barrymore resultaba desconcertante después de que en mayo la actriz renunciara a presentar los MTV Movie Awards en solidaridad con las protestas del colectivo.

Su decisión contrastaba además con la de las cinco estrellas más influyentes del late night en Estados Unidos. Stephen Colbert, Jimmy Fallon, Jimmy Kimmel, Seth Meyers y John Oliver han renunciado a volver a los platos y, en solidaridad con la huelga, han puesto en marcha Strike Force Five, un podcast conjunto que servirá de altavoz de las protestas y las reivindicaciones de los colectivos profesionales mientras el parón continúe.

La postura de Barrymore ya estaba teniendo consecuencias tremendas para ella. Esta semana, la National Book Foundation anunció su decisión de retirar su invitación a la actriz para presentar sus premios anuales mientras los guionistas del programa han empezado a unirse a los piquetes.

Y casi nadie se ha atrevido a defender la postura de la estrella. Es más: el tímido like que Jennifer Aniston utilizó para apoyar la explicación de Barrymore en Instagram se volvió rápidamente contra ella.