Las series se han convertido en nuestro nuevo vicio. Podemos pasarnos horas con auténticos maratones frente al televisor, y es que las plataformas de streaming estrenan obras de arte todos los meses. Este mes, Netflix ha incluído en su catálogo la quinta temporada de La Casa de Papel, en Atresmedia Premium podemos ver la nueva tanda de episodios de By Ana Milán y en HBO han estrenado Secretos de matrimonio, la revisión del clásico de Ingmar Bergman. Pero todavía queda mucho septiembre y los estrenos no paran. El viernes 17 por fin tendremos a nuestra disposición la tercera temporada de Sex Education, la comedia sobre educación sexual adolescente que revolucionó a la audiencia con su primera temporada en 2019.

Un año y ocho meses es lo que hemos tenido que esperar para volver a ver a ver a Otis, Maeve, Eric y los demás chicos del instituto Moordale. Demasiado tiempo, pero es que la pandemia ha vuelto a hacer de las suyas. El final de la temporada anterior fue apoteósico, con un Otis sexualmente activo, su madre embarazada en plena premenopausia, Maeve engañada por Isaac, el señor Groff defenestrado y Eric y Adam como pareja oficial... pero desgranemos punto por punto.

Empecemos por Otis. El protagonista de la ficción nunca ha sido el chico guay del instituto, pero su posición como terapeuta sexual de sus compañeros gracias a los conocimientos de su madre, le situó en el mapa de Moordale. A pesar de que la teoría se la sabe al dedillo, la práctica siempre había sido un misterio para él, pero en la segunda temporada, Ruby, una de las chicas populares, se acuesta con él porque según ella, cuando se encuentra triste se acuesta con los frikis de la clase para sentirse arropada. Toda una declaración de amor. Pero no es su único frente abierto, ya que recordemos que le había mandado un mensaje a Maeve confesandole, por fin, lo que sentía por ella pero Isaac, el vecino de la chica, lo borró sin que llegase a oírlo. Esto complica las cosas en su relación.

Por otro lado nos encontramos a Eric, el mejor amigo de Otis. Siempre se habían metido con él por no ocultar su identidad sexual y por su excéntrica forma de vestir, sobre todo Adam, el malote del instituto e hijo del director. Pero Adam ha ido descubriendo sus verdaderos sentimientos por Eric y por fin los expuso delante de todo el instituto subido a un escenario. En este nuevo curso parece que son pareja oficial, pero tendrán que hacer frente a los comentarios de los demás compañeros. ¿Cómo llevará el antiguo abusón ser el abusado? ¿Renegará de Eric o se mantendrá fiel a sus sentimientos?

Así llegamos a Maeve, uno de los personajes más interesantes de Sex Education. Lo cierto es que no ha tenido una vida fácil, viviendo sola en una caravana, con su madre drogadicta desaparecida en combate. Aún así, ha demostrado que es mucho más que una rebelde y una cara bonita, y su inteligencia la ha llevado a sobresalir por encima de la mayoría de sus compañeros. El final de la segunda temporada fue extremadamente duro para ella ya que tuvo que tomar la decisión de denunciar a su propia madre a los servicios sociales para que se llevasen a su hermana pequeña, puesto que había recaído en sus adicciones. Y en el terreno del amor tampoco lo ha tenido fácil. Otis por fin se decide a declararle sus sentimientos a través del buzón de voz de su teléfono móvil, pero su vecino Isaac, lo borra antes de que ella llegue a oírlo. Isaac se encuentra en silla de ruedas y, aunque nos parecería especialmente bonito e inclusivo que comenzasen una relación, no podemos evitar odiarle fuertemente por lo que les ha hecho a nuestros dos protagonistas.

Y no podemos dejar de hablar de la siempre maravillosa Gillian Anderson, que interpreta a la señora Milburn, sexóloga y madre de Otis. Sabrá mucho sobre sexo pero lo de las relaciones afectivas lo lleva de aquella manera. Comenzó una relación con Jakob, el silencioso padre de Ola y, cuando lo dejaron, se dio cuenta de que estaba embarazada. La siempre imprevisible Jean se volverá más difícil de prever si cabe asediada por las hormonas gestacionales, así que ya veremos por dónde puede salir.

Y así entramos de lleno en esta tercera temporada, donde un nuevo régimen irrumpe en el instituto Moordale. La llegada de Hope (Jemina Kirke), la nueva directora en sustitución del señor Groff, supone una limitación de las libertades de los alumnos para conseguir convertir el centro en un pilar de excelencia. Nuevos uniformes que les identifican cláramente por sexos, la prohibición de la educación sexual y afectiva en el instituto... nos recuerda amargamente a cierto pin parental que vemos en el horizonte con miedo.

Kirte no será la única cara nueva que veremos en la tercera temporada de Sex Education, ya que se unen al elenco Jason Isaacs como Peter Groff, el hermano mayor del antiguo director; Indra Ové como Anna, la madre adoptiva de Elsie, hermana de Maeve; y Dua Saleh como Cal, estudiante de género no binario que chocará de frente con la nueva política restrictiva del centro.

Estamos deseando que lleguen a Netflix la nueva tanda de ocho episodios de la serie. Una ficción en la que tratan temas que en otra época se consideraban tabú desde el punto de vista de la comedia, pero no por ello restando importancia y seriedad al mensaje. Se abren las puertas del instituto Moordale, a ver lo que nos encontramos dentro.