Florence Pugh vuelve con 'Viuda Negra': «Sufrí mucha ansiedad por lo que se decía de mí en redes sociales»

Cuando vi el trailer por primera vez, me puse a saltar en el sofá y a gritar: «¡He hecho una película de acción!», explica Florence Pugh desde su casa en Los Ángeles. Su emoción está justificada. No es una película de acción cualquiera, sino Viuda negra (estreno 9 de julio), la nueva producción de Marvel . De su personaje solo se sabe que es espía y compañera de fatigas de Scarlett Johansson . De la estrella, en cambio, tiene mucho que decir. «Son películas que cambian tu vida y Scarlett se preocupó de que disfrutara y de que me sintiera muy cómoda».

El año 2020 tenía que haber sido el de su despegue y durante un par de meses, lo fue. Pugh estuvo nominada al Óscar por su trabajo en Mujercitas, pero unos días después de la ceremonia, estalló la pandemia. «El confinamiento me ayudó a reflexionar sobre todo lo que he me ha pasado desde los 17 años. Procesar las experiencias en tan importante como vivirlas». Se refiere a su éxito precoz gracias a cintas como Lady Macbeth o Midsommar, pero también a las comparaciones con Kate Winslet, su actriz favorita. Ella también conoce ya los peajes de la popularidad. Sobre todo, desde que se hizo pública su relación con el actor Zach Braff, 21 años mayor que ella. «Sufrí mucha ansiedad por lo que se decía de mí en redes sociales. Asusta comprobar cómo tu felicidad puede depender de eso. Tienes que proteger tu cabeza y corazón, darte cuenta de cuándo es demasiado y necesitas un respiro».

Pugh (Oxford, 1996) nació en una casa creativa, bulliciosa y acomodada. Su madre era profesora de danza y su padre, propietario de una cadena de restaurantes. Tercera de cuatro hermanos, todos se dedican a la interpretación. «Crecí en una casa en la que ser actriz no era algo que asustara a nadie. Sin ese tipo de apoyo, no haría lo que hago». Siendo una niña, sufría asma severo y pasó temporadas hospitalizada. Diagnosticada de traqueomalacia, sus padres decidieron trasladar a toda la familia a Andalucía con la esperanza de que un clima cálido le ayudara a mejorar. Vivieron en Sotogrande tres años. La actriz rememora aquella época con cariño y nostalgia. «Mis padres se esforzaron porque mis hermanos y yo no tuviéramos que crecer demasiado rápido. Allí solo tenía que ser una cría: jugar, comer, ir a la playa... Tengo un recuerdo maravilloso de España».