Todo comenzó con un sueño: la escritura. De la autoedición en Amazon al triunfo en Netflix sólo han hecho falta ocho años. Ocho años en los que Elísabet Benavent ha publicado 19 libros y ha llevado a la pequeña pantalla la saga Valeria de la mano de Netflix. Y junto a Netflix también ha adaptado otra de sus obras, Fuimos canciones, esta vez en formato película y protagonizada por María Valverde y Álex González.
Fuimos canciones es una película romántica, sí, pero aunque haya mucho amor en su metraje, no es el objetivo de los protagonistas. Por fin hemos llegado a ese momento en el que la mujer no suspira y lo deja todo por un hombre, sino que se deja la piel por buscarse a sí misma. Y cuando se encuentra, si el hombre en cuestión la quiere como es, adelante, pero si no... ya sabéis por dónde se puede ir.
Vale, pero... ¿de qué va? La protagonista es Macarena, interpretada por María Valverde, una chica a punto de entrar en la treintena que está más que harta de su trabajo como asistente de una influencer, a la que da vida Miri Pérez-Cabrero, a la que conocimos en MasterChef. Tuvo una tortuosa relación con un amigo y vecino de la infancia que duró intermitentemente toda su vida pero acabó de la peor forma posible, por lo que el amor ha dejado de ser una prioridad para ella. Lo que la mantiene cuerda son sus dos mejores amigas, Jimena (Elísabet Casanovas) y Adriana (Susana Abaitúa), algo habitual en las novelas de Benavent, que considera que los amigos son esa familia que se elige. Todo se mantiene en un precario equilibrio hasta que, por casualidad, vuelve a encontrarse con él, con ese hombre que le rompió el corazón, con Leo (Alex González) y todo lo que creía que había construido a su alrededor, se hace trizas.
Podría contaros mucho más, porque me he leído los dos libros varias veces, pero, si lo hago, Netflix tendría que matarme. Lo que sí puedo deciros es que la película es muy fiel al espíritu de la novela (todo lo fiel que puede ser un resumen, claro), no como ocurrió con la primera temporada de Valeria y que tantas críticas suscitó. Y, aunque la historia de Macarena sea la principal, las historias de los personajes secundarios no te dejarán indiferente: «Son historias que tienen su peso. No son tramas complementarias o secundarias, sino que vienen a sostener la historia principal«, afirma Benavent. La autora confiesa que le encanta la historia de descubrimiento de Adriana y la del anclaje al pasado de forma casi obsesiva de Jimena (atentos al personaje de Jimena, por favor).
Al igual que ocurre con la serie Valeria (ya siento la constante comparación), la estética está muy cuidada, es colorida y moderna. Pero, si por algo se caracteriza Fuimos canciones, es por romper la cuarta pared de manera constante cuando María Valverde aka Macarena, habla al espectador directamente mirando a cámara.
Con ese argumento, esas referencias y esos actores, Fuimos canciones tiene todas las papeletas para convertirse en un éxito. Uno más de Netflix y de Elísabet.