Por qué la maldad de Ghislaine Maxwell supera a un padre abusador y a un novio depredador sexual: así condenaron a la millonaria las cuatro niñas con las que traficó

Las fotografías que han salido durante el juicio a Ghislaine Maxwell (60 años), probablemente la cita judicial del año en los juzgados neoyorquinos de Manhattan, no deja lugar a dudas. Maxwell era mucho más que una amiga de Jeffrey Epstein, el financiero millonario , amigo de presidentes y empresarios, que apareció muerto en su celda en 2019, semanas antes de que comenzara su juicio, por tráfico sexual y abuso a menores. La hija del magnate de los medios Robert Maxwell quiso pretender que su relación con Epstein no era íntima, pero les hemos visto en plan pareja hasta en una de las cabañas de la reina Isabel II en Balmoral, para escándalo de la familia real británica.

Ahora, un jurado ha dictaminado que la relación entre Maxwell y Epstein no solo era íntima, sino necesaria: durante al menos una década, ella suministraba las menores de las que él abusaba en su mansión neoyorquina, su rancho en Nuevo México o su isla del Caribe. Ghislaine Maxwell es culpable de tráfico sexual a cuatro menores y, si la juez es tan dura como pide la fiscal, podría condenarla a 60 años de cárcel. En la práctica, cadena perpetua.

« Ghislaine Maxwell tomó sus propias decisiones cuando cometió crímenes de la mano de Jeffrey Epstein. Era una sofisticada depredadora, una mujer adulta que sabía exactamente lo que estaba haciendo y que aplicó el mismo manual una y otra vez», proclamó la fiscal Alison Moe en sus alegatos finales. Además del cargo de tráfico sexual, se le condena por otros cuatro delitos relacionados con la seducción y el reclutamiento de las niñas que terminaban en manos de Epstein. La acusación presentó 24 testigos, pero fueron las cuatro víctimas que aceptaron testificar las que articularon un relato de los hechos que convención al jurado. Dos de ellas tenían 14 y 15 años en la época en que aseguran que fueron abusadas, entre 1994 y 2004.

El procedimiento de grooming que desplegaban Maxwell y Epstein quedó aclarado con certeza suficiente. Las chicas solían venir de familias precarias o estaban pasando por momentos de vulnerabilidad. Ghislaine Maxwell se las llevaba de compras o al teatro para ganarse su confianza y, a continuación, las invitaba a casa de Epstein para enseñarles a dar masajes. Primero las persuadía para que dieran masajes desnudas al financiero pedófilo y, después, les ofrecía mantener relaciones sexuales a cambio de dinero. De hecho, las sesiones de masajes siempre terminaban en abusos en los que, a veces, participaba la propia Maxwell. Una de las víctimas contó cómo Ghislaine la hizo desnudarse y, al verla, «me tocó los pechos, las caderas y las nalgas y dijo que tenía un cuerpo estupendo para el señor Epstein y sus amigos». Tenía 14 años.

Ghislaine Maxwellfue rica y famosa desde niña como la hija favorita de Robert Maxwell, turbio magnate británico de los medios de comunicación, diputado laborista en el parlamento y, supuestamente, espía. Su negocio fue desde el principio la edición de publicaciones y, tras seis años como diputado, se lanzó a comprar medios de comunicación. Rivalizó con Rupert Murdoch por los tabloides más amarillos del mercado: Maxwell se quedó con el Daily Mirror y Murdoch, con The Sun. Su imperio de medios llegó a incluir la mitad de MTV Europa y hasta trató de comprar el Manchester United.

Como uno de los británicos más ricos del mundo , Robert Maxwell tenía línea directa con la alta sociedad británica, incluidos miembros de la familia real. Sin embargo, tras la fachada de exitoso hombre de negocios, Maxwell protagonizó fraudes, se endeudó en 43 bancos y llevó una doble o triple vida como espía al servicio, supuestamente, de los servicios secretos israelíes (el Mossad) o la KGB soviética. De hecho, su muerte levantó todo tipo de sospechas en la época: navegaba en su yate (el Lady Ghislaine) por las islas Canarias, cuando desapareció misteriosamente. Su cuerpo apareció 18 horas después y la autopsia dictaminó ataque cardiaco y ahogamiento: un accidente.

Robert Maxwell dejó pendiente una reunión con el Banco de Inglaterra para resolver una deuda de 50 millones de libras. Más tarde se supo que había robado dinero de los fondos de pensiones de sus empleados para cubrir sus deudas. Tras la muerte de su padre, Ghislaine Maxwell se mudó al Upper East Side de Manhattan para trabajar en el sector inmobiliario. A pesar de las deudas de su padre y la bancarrota, siguió ejerciendo de animadora en la alta sociedad, codeándose con los Trump y los Khashoggi.

En 1991, Ghislaine Maxwell conoció a Jeffrey Epstein en una fiesta e iniciaron una relación sentimental y una asociación de negocios que duró décadas. Ella le puso en contacto con su elitista red de amigos británicos y estadounidenses: el príncipe Andrés, Bill Clinton, Donald Trump, Harvey Weinstein, Kevin Spacey… Además, ejercía de asistente, contrataba a todo su personal y, según un perfil publicado en Vanity Fair en 2003, «prácticamente le organizaba toda su vida». Ahora sabemos hasta qué punto.