La guerra de Rusia contra Ucrania mantiene al mundo con el aliento contenido. La ofensiva de Vladimir Putin contra el pueblo ucraniano ha dejado más de un millón de refugiados en menos de una semana, según cifras de ACNUR. Mientras el horror de la guerra continúa, la comunidad internacional impone sus sanciones económicas a Rusia, las bolsas se desploman y los precios del barril de petróleo y del gas suben de manera descontrolada. El sector de la moda no permanece ajeno al conflicto, y la mayoría de las empresas internacionales ya han mostrado su apoyo a Ucrania con gestos solidarios, donaciones, envío de material humanitario y boicot al mercado ruso (que supone unos ingresos de más de 30.000 millones al año).
Según datos de Euromonitor, Rusia es el noveno mayor mercado para la moda en el mundo, sobre todo en el sector luxury, y se esperaba que en 2022 la facturación en este mercado originase más de 30.000 millones de euros en ventas. Giorgio Armani dio un paso al frente y, con el primer estallido de la contienda, decidió celebrar en absoluto silencio su desfile en la Semana de la Moda de Milán como gesto de solidaridad con el pueblo ucraniano. La firma italiana fue la primera en gritar así no a la guerra. Pero han sido muchas las que han seguido su ejemplo.
Balenciaga anunció que enviaría ayuda humanitaria a los refugiados; Oliver Roustein, director creativo de Balmain, mostró su solidaridad con el pueblo ucraniano a través de un sentido mensaje en su cuenta de Instagram, el mismo gesto que han tenido desde la 'maison' Chanel; Prada y Donatella Versace, después de hacer su propio donativo a los refugiados, animaron a sus seguidores a hacer lo mismo; Gucci y Valentino anunciaron un envío de medio millón de euros cada uno en ayudas a ACNUR; cinco millones de dólares para Cruz Roja internacional del grupo LVMH y Diane von Furstemberg se ha solidarizado, sobre todo, con las mujeres que están sufriendo el conflicto desde dentro a través de la ONG Vital Voices.
Eso sí, las marcas de lujo no son las únicas que han dicho no a Rusia en solidaridad con el pueblo ucraniano, y el sector de retail y la moda low cost también han comenzado a mover ficha en este tablero. H&M anunció que pausaba «temporalmente todas sus ventas en Rusia«, lo mismo que el grupo Bestseller (Jack & Jones, Vero Moda, Only...), Marc&Spencer, Boohoo o ASOS, que aseguró que «no es práctico ni correcto» vender actualmente en el país.
Mango ha sido la primera gran marca española en anunciar el cese temporal de su actividad en el mercado ruso. «Hemos tratado de proteger la operativa en el país hasta el último momento; sin embargo, finalmente Mango ha tomado la decisión de cesar temporalmente sus operaciones en Rusia», anunciaba el grupo en un comunicado y a través de su cuenta de Instagram. Unos días después, Inditex y el Grupo Tendam (Cortefiel, Women'Secret, Springfield) seguían sus pasos y cesaban sus actividades en Rusia de manera temporal, cerrando tanto sus establecimientos como sus canales online en el país. Sin duda, una decisión difícil para el equipo de Amancio Ortega, ya que el mercado ruso supone más del 8.5% del EBIT global del grupo (solo Zara cuenta con 527 establecimientos allí).
El sector de la moda no solo lo forman las marcas, por eso son muchas las modelos que se han pronunciado al respecto y han mostrado su condena a la invasión del ejército de Putin a Ucrania. Pero, sin duda, han sido dos tops rusas las que más han emocionado con sus palabras contra la guerra: Natalia Vodianova e Irina Shayk. La primera, aseguraba que «como madre, mi corazón está con todas las madres que están sufriendo las consecuencias de los recientes acontecimientos en Ucrania y todos los afectados por este conflicto» y se comprometía, además de hacer sus propios donativos, a compartir en sus redes sociales todas las formas de ayuda que encontrara. La segunda, junto a una imagen con el símbolo de la paz, anunciaba su ayuda a los refigiados a través de UNICEF y Cruz Roja Ucrania y se sumaba al compromiso de ofrecer información sobre formas de colaborar con los damnificados por el conflicto.