Por qué nadie quiere trabajar para Gwyneth Paltrow: sueldos miserables y liderazgo tóxico en su famosa empresa, Goop

Parece una pesadilla de película, pero es la irónica realidad con la que está lidiando ahora mismo Gwyneth Paltrow . No es ninguna broma: medios de comunicación de todo el planeta se están haciendo eco de las denuncias de más de un centenar de sus trabajadores, que la acusan de permitir un ambiente tóxico en el entorno laboral y de pagar sueldos de miseria en Goop, su marca . ¿Cómo se conjuga que una misma persona venda bienestar en forma de ropa, velas y aceites, pero no permita a sus propios empleados disfrutar de eso mismo? Más aún: ¿cómo es posible que un negocio valorado en 430 millones de dólares no se preocupe del 'wellness' de su equipo humano? No son rumores interesados: el drama laboral en Goop es intermitentes

El pasado mes de mayo, las amantes de la vida alternativa y new age de Londres se quedaron sin su tienda favorita: la boutique de Goop tuvo que cerrar, sin que Gwyneth Paltrow diera demasiadas explicaciones al respecto. Las crónicas sobre este fracaso apuntan a una muy británica incredulidad ante las recetas de bienestar de la actriz: desde introducir huevos de jade en la vagina para «intensificar la fuerza vital» a practicar enemas con café para aliviar la depresión y las alergias. También tienen que ver los precios: desde mancuernas a 125.000 euros a artilugios para exprimir el tubo de la pasta de dientes por 244 dólares. Los congresos sobre salud Goop Health Summit que Paltrow organiza un par de veces al año tampoco son accesibles: la entrada más sencilla cuesta 1.000 euros.

Esta misma semana, la actriz ha lanzado en Goop un nuevo producto sospechoso al mercado: unas píldoras que, supuestamente, elevan la libido femenina. Se trata de un problema que la industria farmacéutica lleva años investigando sin llegar a ningún hallazgo consistente, ya que el deseo femenino tiene un componente psicológico que no puede controlarse mediante regulaciones químicas. Las píldoras que ofrece Goop se llaman DTF, acrónimo de 'Down To Fuck' (algo así como 'a follar'), y Gwyneth Paltrow ha asegurado personalmente en su Instagram que, tras dos meses de tratamiento, funciona. Cada frasco cuesta 55 dólares. Algunas sexólogas ya han advertido de que es un suplemento más que no tiene un efecto demostrado científicamente.

Este lanzamiento coincide con la denuncia en varios medios de comunicación estadounidense del terrible ambiente laboral en Goop, según relatan más de un centenar de profesionales ex trabajadores. Desde 2019, 140 personas abandonaron a empresa de Gwyneth Paltrow, incluidos ejecutivos de alto nivel defraudados por la gestión del talento que hace la actriz. Parece que su inexperiencia en liderazgo de equipos le está pasando factura, justo en un momento en el que Estados Unidos vive la llamada «gran renuncia», en el que más de 11 millones de profesionales están abandonando sus puestos de trabajo, tras ese momento de reflexión vital que significó el confinamiento de la pandemia de covid 19.

Los ejecutivos salientes la acusan de jugar a los favoritos para, sin motivo aparente, pasar a castigarlos sin solución de continuidad. Además, a su vuelta al mercado han detectado que Gwyneth Paltrow les pagaba alrededor de un 40% menos de lo que marca el sector: una barbaridad al cabo del año. Por otro lado, los empleados acusan el exceso de trabajo hasta el punto de denunciar síndrome del 'burn out': están quemados. La investigación de 'Bussiness Insider', realizada tras observar en LinkedIN el creciente número de ejecutivos que dejaban Goop, puede no afectar al 'core' del negocio de la marca, pero sin duda se suma al descrédito del marketing de sus productos y sitúa bajo sospecha la luminosa sonrisa con la que Gwyneth Paltrow vende todas sus ideas. ¿De verdad se puede vender felicidad, serenidad y bienestar y no procurarla a los que trabajan para ti?