La pareja de ilustradores que ha trabajado para Zara y hace las invitaciones de boda más bonitas del momento

Bea Aiguabella (Zaragoza, 1986) y Paul Antón (Pamplona, 1987) se conocieron estudiando Arquitectura. Su aventura en el mundo de la ilustración empezó con un encargo para la boda de unos amigos . «Siempre nos había gustado dibujar, especialmente a Paul, y nos encantó el encargo. Cuando nos casamos nosotros, hicimos toda la papelería de la boda. Aparecimos en un blog y, a partir de entonces, empezamos a recibir encargos. Surgió de una manera muy natural», explica Bea.

Así nació Bpaulstudio. La pareja vivía en Londres entonces y eso influyó de manera determinante en su estilo. «Los ingleses tienen mucha cultura de papelería artesanal, más romántica, más floral, botánica, tienen mucha tradición de comprar flores para la casa y eso nos encanta», explica la artista. Hoy trabajan en un pequeño estudio, en el barrio de Malasaña, en Madrid. Su trabajo consiste en dibujar todo o que la gente imagina. «Trabajamos mucho para eventos y marcas, algo que nos divierte, porque nos dan unas directrices, pero nos dejan libertad», aclara Bea.

Han colaborado con Zara, Shiseido, Loewe, Chaumet y Tiffany & Co. Invitaciones, estampados, perfumes, ilustraciones: el reino de Bpaulstudio crece a la par que la imaginación de sus creadores. «Vivimos en constante inspiración» explica Bea. «Tenemos una especie de biblioteca de referencias e imágenes en la cabeza. A veces, basta con ir por la calle con los ojos abiertos: ves colores, flores... Y las ideas nacen de esas sensaciones y recuerdos. Nos gusta que el dibujo sea real, dibujar flores reales».

Cuando llega un encargo, la pareja se reúne, busca la idea, y Paul dibuja a mano, mientras Bea se ocupa de la composición o de la búsqueda de colores. Más tarde, le dan el poético color con acuarela. También se ocupan de la caligrafía. Artesanía, detallismo y romanticismo son tres conceptos que definen bien su trabajo. «Tratamos de presentarlo de forma muy cuidada y resaltando esa forma de trabajar artesanal», explica la artista. Ramos, frutos, tallos, hojas, flores silvestres, animales, paisajes... a veces con un punto naíf de inspiración Liberty, a veces con un punto abstracto y, en ocasiones, casi monocolor, llenan su delicada papelería, siempre bajo pedido y de forma personalizada.

Su filosofía se basa en la sencillez, la autenticidad y la austeridad, y siempre con esa influencia del romanticismo inglés. Además, Bea y Paul están deseando retomar los talleres de ilustración que impartían, que se interrumpieron a causa de la pandemia. «Intentamos que la gente encuentre su lenguaje creativo. El dibujo es una forma de expresión, y estamos convencidos de que todo el mundo puede encontrarla», explica Aiguabella.