Jane Goodall pone el broche de oro a Mercedes-EQ Welife Festival: «Para proteger el medio ambiente hay que aliviar primero la pobreza»

La reconocida etóloga británica ha hablado sobre la necesidad de volver a conectar con el medio natural y proteger a los animales como seres con conciencia, individualidad y sentimientos.

¿A quién no le suena el nombre de Jane Goodall? La etóloga inglesa de 87 años se ha convertido por derecho propio en una de las 100 personas más influyentes del mundo por ser la mayor experta en chimpancés de nuestro planeta. Su compromiso y lealtad con la naturaleza, la han llevado a ser una de las ponentes más destacadas  del evento más importante y sostenible del año celebrado en España, Mercedes-EQ Welife Festival, que cuenta con el apoyo de Mercedes EQ como Global Partner, el patrocinio de Asana, Aveda, Bobbi Brown, Cepsa, Darphin, Garnier, Miele, Origins y Solán de Cabras y la colaboración de Ahava, Cupper, Diana, Komvida Kombucha y Welnia, entre otros.

Gracias a los estudios de Goodall sobre una comunidad de chimpancés, hemos sido capaces de  responder algunas preguntas sobre el ser humano, ya que estos son nuestros parientes más cercanos. Pero hace ya muchos años que Goodall abandonó su trabajo de campo para dedicarse plenamente al activismo. Luchó durante años y continúa haciéndolo para conseguir que todos tengamos una  actitud más tolerante tanto hacia los animales como hacia el medio en el que viven. No cabe duda de que su labor en todo lo que concierne a nuestro medioambiente es innegable. Tanto es así, que cuenta con alrededor de  50 títulos honoríficos, entre los que destaca el de Mensajera de la Paz de la ONU, otorgado en 2002, y el de Dama del Imperio Británico, del 2004.

Ella ha sido la encargada de cerrar esta edición del Mercedes-EQ Welife Festival junto a Ixone Díaz, colaboradora de Mujerhoy, con quien ha charlado en streaming desde Londres sobre su trayectoria personal y profesional transmitiéndonos lo que ella considera que es su legado: implantar en nosotros la conciencia de que el ser humano no es el único ser con conciencia y sentimientos y que de nuestras acciones diarias dependen el futuro del planeta.

«Nací queriendo a los animales. Leí todo lo que podía encontrar sobre ellos y uno de mis libros favoritos era Tarzán de los monos (...) No fui a la universidad porque no me lo podía permitir pero cuando fui a vivir a Tanzania, el profesor Louis Leakey quedó impresionado de mis conocimientos sobre los animales. Él pensó que las mujeres eramos mejores observadoras porque somos más pacientes sobre el terreno. Además, al no estar influenciada por los conocimientos externos sobre el comportamiento de los animales (recordemos que Goodall no tenía estucdios universitarios) me vió como u na mente virgen. Por tanto, no tener estudios, en ese momento, me favoreció», nos comentó Goodall sobre sus inicios.

Goodall se fue a vivir a la selva con una comunidad de chimpancés y, gracias a ella, tenemos conocimiento del comportamiento de esta especie, tan parecida a los humanos. Fue ella quien descubrió que no sólo éramos los humanos quienes usábamos herramientas para obtener nuestros fines: «Los chimpancés usaban briznas de hierba como herramientas para sacar las termitas de los árboles», comentó maravillada. «La ciencia es arrogante porque creen que el ser humano es el único con personalidades diferenciadas y emociones fuertes, pero los animales también las tienen», dice.

Pero la charla no sólo versó sobre el comportamiento de los animales, sino sobre el medio natural en general. «Hemos perdido el contacto con la naturaleza desde la revolución industrial y desarrollamos la concepción loca de que los recursos son infinitos», ha dicho. «Para proteger el medio ambiente, hay que aliviar primero la pobreza», apunta muy inteligentemente. Y es que, como ella ha dicho, si las personas no tienen medios de susbsistencia, harán cualquier cosa para proveerse de alimento sin importar el daño que hagan al medio, ya sea sobreexplotando el terreno con la agricultura o adquiriendo productos baratos pero con una huella ecológica nefasta.

Jane Goodall ha querido remarcar la importancia que tenemos cada uno como individuos para revertir el daño al medio natural: «A no ser que seas muy pobre, puedes elegir productos alimenticios o textiles sostenibles, lo que supone una presión hacia las empresas», ha afirmado al igual que lo hicieron otros ponentes del Mercedes-EQ Welife Festival, como Isabel Jiménez, en su charla sobre qué podemos hacer como individuos para salvar el planeta, o Aitor Sánchez, en su ponencia sobre alimentación saludable o sostenible.

Y es que, con 87 años, Jane ya piensa en el legado que quiere que le sobreviva, y no es otro que inculcar en las nuevas generaciones la certeza de que no somos los únicos seres con conciencia, personalidad y sentimientos y que de nosotros depende revertir el daño que le estamos haciendo al planeta. El Mercedes-EQ Welife Festival terminaba con un mensaje de esperanza, de nosotros depende cambiar el futuro.

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