Jennifer Connelly, la estrella que no le sigue el juego a Hollywood y se atreve con todo (hasta con Tom Cruise)

La actriz de 51 años acompaña a Tom Cruise en Top Gun: Maverick, el blockbuster que arranca la cartelera de verano, manteniendo los pies en la tierra y evitando los radares de Hollywood.

Jennifer Connelly es la nueva protagonista junto a Tom Cruise de la película Top Gun: Maverick / getty images

Manu Piñon
Manu Piñon

En junio de 1986 Jennifer Connelly tenía 15 años e iba a estrenar Dentro del laberinto, el filme que había rodado junto a David Bowie y un sinfín de criaturas creadas por Jim Henson, padre de la rana Gustavo y el maestro Yoda. Podría haber sido su plataforma definitiva al estrellato, pero la película se hundió en la taquilla y, aunque hoy sea un filme de culto, apenas recaudó la mitad de lo que había costado.

En aquellos días sólo había espacio en la taquilla (y en el aire) para una aventura testosterónica que convertiría a un joven Tom Cruise en la estrella que sigue siendo hoy. Era el verano de Top Gun. «No lo recordaba, pero tampoco viví aquello como una competición; era imposible comparar una con la otra», cuenta Connelly (Nueva York, 1970), una de las actrices que, a pesar de tener un Óscar en su haber, menos empeño han puesto en seguir el juego de Hollywood.

Quizás por eso resulte tan sorprendente encontrarla ahora en Top Gun: Maverick, una secuela que se ha hecho esperar 36 años y que al fin la ha emparejado con Cruise. «Tom es un actor tremendo, con muchísima energía, y ha sido genial trabajar juntos. Si hubiera podido coincidir antes con él, lo habría hecho sin duda, pero no surgió la oportunidad y eso que casi empezamos al mismo tiempo», reconoce con esa mezcla de asombro y misterio que ha mantenido desde que Sergio Leone la hizo debutar siendo una niña en Érase una vez en América. «Otra experiencia maravillosa; cumplí 12 años cuando estábamos filmando», rememora sobre aquel clásico.

Jennifer en una escena de la película Top Gun: Maverick, junto a Tom Cruise

Tras una espectacular presentación en el Festival de Cannes, Top Gun: Maverick, que dentro de la industria se ha señalado como el pistoletazo de salida para el regreso de las grandes producciones a las salas, ya ha emprendido su vuelo por las pantallas del mundo entero; en España se estrenó el pasado 26 de mayo y es la líder indiscutible de la taquilla. En esta nueva aventura, Connelly se ha incorporado dando vida a Penny, dueña del bar que frecuentan los futuros pilotos, madre soltera y, en ausencia de Kelly McGillis –descarte polémico del actor y productor, dueño absoluto de la franquicia–, nuevo objetivo romántico del temerario aviador reconvertido en instructor militar.

Sin hacer spoilers, se puede confirmar que la actriz no tuvo que entrenar duramente para dar la talla como un auténtico ídolo del aire. El principal peaje que pagó fue quedarse sin un nombre de guerra tan chulo como Maverick, Iceman o Phoenix. «Si me hubieran dejado ponerme uno me habría quedado con Sunshine (brillo de sol). Penny es una mujer positiva, independiente, fuerte y muy divertida, que desprende luz por donde pasa», explica clavando sus intensos ojos azules, irradiando la misma luminosidad que adjudica a su personaje.

Jennifer y su marido el actor Paul Bettany

Es la misma que ya fue capaz de trasladar a otros papeles en películas tan oscuras y complejas como Réquiem por un sueño o Juegos secretos. Con cierto halo de mujer introspectiva, que evita en lo posible alfombras rojas y entrevistas, reconoce que no se le dan bien las grandes multitudes. También que necesita cargar las baterías en compañía de su marido, el actor Paul Bettany, a quien conoció en el rodaje de Una mente maravillosa, y sus tres hijos. Incluso embarcada en la promoción del blockbuster del verano, prefiere seguir volando por debajo de los radares de la fama.