Una estrella vasca
Una estrella vasca
Pocos pueden presumir como Julian Iantzi de haber estado al frente de un formato de televisión durante 19 temporadas con un éxito de audiencia tan apabullante como El Conquis, uno de los programas estrella de la ETB, la televisión autonómica vasca del que se despedía en julio de este año para hacer su desembarco en TVE. Según ha manifestado, va a por todas con su compañera Raquel Sánchez Silva, para quien reserva sus mejores palabras, y está confiado de una segunda temporada.
Estamos hablando de un reality de supervivencia extremo grabado en el parque natural de Los Haitises en República Dominicana, que se adapta perfectamente a la trayectoria vital de Julian Iantzi, cuyos padres (Ángel Iantzi Elizondo y Txelo Mitxelena Irazoki), emigraron a Estados Unidos en los años 60 porque él quería trabajar de pastor.
La aventura americana, por cierto, duró 23 años en los que Ángel trabajó trece como pastor y diez en un rancho («Lo hizo por necesidad y estaba todo el día solo rodeado de su perro y su rebaño», contó en El Diario de Navarra). La trayectoria americana acabó cuando sus dos hijos y su hija crecieron y pesó en el horizonte la vuelta a su tierra y la educación en sus raíces.
Julian Lantzi nació en Woodland, en California, pero el epicentro de su periplo estadounidense fue Dixon, en el mismo estado, donde vivió en pleno contacto con la naturaleza. Nadie diría que este presentador, que ha sido una de las máximas estrellas de la ETB, vaya a cumplir 56 años el próximo 4 de noviembre, como tampoco que con siete todavía no hablaba español, pues había sido educado en un bilingüismo que tenía el euskera como idioma hablado en casa, y el inglés en la escuela y en su vida en Estados Unidos. Sin embargo, hizo los deberes muy pronto para ponerse al día. Incluso aprendió francés cuando trabajaba como camarero, profesión que le sirvió para perder la timidez.
Cuando regresó a España, cumplidos los 23 años, probó suerte en diversos empleos: administrativo, vendedor de seguros, en la hostelería… No acababa de encontrar, por así decirlo, su lugar en el mundo en términos laborales. Sin embargo, después de un año como colaborador en Canal 4 de Pamplona, descubrió que su vocación estaba delante de las cámaras y ha logrado hacerse un notable currículum, también en cadenas de ámbito nacional.
Los fans de MasterChef Celebrity recordarán que pasó por la sexta edición del concurso culinario, mientras que otros le tendrán presente por espacios como Brainiac en Cuatro, El muro infernal en La Sexta, su efímero paso por Vaya par… de 3 junto a María Patiño y Jesús Mariñas en Antena 3, Billete a Brasil, otra vez en Cuatro, Zapeando, de regreso en La Sexta, o Contigo al fin del mundo, también en Atresmedia.
Sin duda, otro momento muy importante en su carrera ha sido el ser elegido para retransmitir los Sanfermines para la televisión pública, que alcanzan cada año cifras de audiencia estratosféricas. En declaraciones a Navarra.com manifestaba que estaba expuesto a las críticas y que lo entendía y mostraba su satisfacción por el trabajo bien hecho y por haber superado los datos de sus predecesores, Elena Sánchez y Javier Solando, que dejaron de ocuparse de esta labor al jubilarse.
Julien es bastante hermético con su vida privada y, pese a que comparte imágenes de manera habitual en Instagram, donde tiene más de 32.700 seguidores, poco se puede inferir de ellas en este respecto. Es conocida su relación sentimental con Arantxa Etxebeste y que tiene dos hijos que mantiene en el más absoluto anonimato, aunque sí ha hecho referencia a ellos como en la entrevista anteriormente mencionada, cuando le preguntaban a quién se llevaría al fin del mundo. Además de a su mujer y a sus dos hijos, y a sus amigos, se llevaría una barca para poder volver, respondía con humor.
Según desvelaba, practica tres horas de ejercicio diarios y lleva una vida muy tranquila, siempre que su ajetreado trabajo viajando por todo el mundo se lo permite. En aquel entonces planteaba hacer dos viajes que le parecían idóneos, una ruta por los templos japoneses y una visita a un campamento saharaui para que sus hijos sus hijos valorasen «lo que es el agua, la cama, la comida…»