Un día después de que la Academia de Cine de Hollywood diese a conocer los nominados a la gala que se celebrará el 27 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles, son muchos los cinéfilos que han empezado a hacer sus apuestas sobre la película que arrasará en este 2022 en los Oscar y los intérpretes se que alzarán con una preciada estatuilla. ¿Conseguirá, por fin, Jessica Chastain un merecido reconocimiento? ¿Convencerá la tierna Belfast de Kenneth Branagh a los académicos? ¿Hará historia Penélope Cruz con su segundo Óscar? Las preguntas son muchas, las respuestas pocas, pero a nosotras la categoría que más nos interesa es, en realidad, la de mejor actriz secundaria, en la que compiten Kirsten Dunst y Jessie Buckley entre otras. Y más allá de lo que nos fascinan sus trabajos, nos tiene verdaderamente desconcertadas esa parte de su carrera que tiene en común un personaje, un actor y un director.
Kirsten y Jessie nacieron en dos pequeños pueblos de menos de veinte mil habitantes en los años ochenta, la primera en Nueva Jersey, la segunda en el irlandés condado de Kerry. Y desde muy jóvenes estuvieron relacionadas con el mundo de la interpretación, aunque de formas muy diferentes. A excepción de los más jóvenes del lugar, todos recordamos a Dunst en el papel de Claudia, la joven vampiresa que Brad Pitt y Tom Cruise criaban en Entrevista con el Vampiro, la adaptación de la novela de Anne Rice de 1994. Por aquel entonces Buckley, que nació siete años después que la estadounidense, seguramente ya comenzaba a dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación, aunque a nivel escolar. Y es que su madre, Marina Cassidy, era profesora de canto en la escuela a la que ella asistía.
Mientras la intérprete irlandesa se fogueaba sobre las tablas de teatros escolares, interpretando papeles masculinos de musicales como West Side Story y Chess, la estadounidense sobrevivía al éxito de su primer papel de relevancia en la meca del cine, convirtiéndose en una niña prodigio que encadenaba proyectos de renombre. Mujercitas, Jumanji o Las Vírgenes Suicidas fueron algunas de las películas en las que le vimos crecer a finales de los años 90, cuando también participó en la mítica serie de televisión Urgencias.
La primera década del siglo XXI trajo importantes cambios a las vidas de ambas actrices, con Dunst dando el salto al mainstream de la mano de Mary Jane Watson, la novia de Spiderman en la primera película protagonizada por Tobey Maguire y Buckley dando, simplemente, el salto a la fama. En 2008 la irlandesa, que hasta entonces había desarrollado una carrera más musical que interpretativa, participó en el talent show de la BBC I'd Do Anything, en el que la ganadora participaría en un musical del West End de Londres. Jessie, que venía de ser rechazada en dos escuelas de interpretación, quedó segunda, pero su talento era evidente y las ofertas de trabajo comenzaron a llegarle.
Para cuando Buckley conquistó el corazón de todos los británicos, a pesar de su segundo puesto, Dunst ya había trabajado con Charlie Kaufman en ¡Olvídate de mi! (2004) La película protagonizada por Jim Carrey y Kate Winslet en la que interpretaba a la Mary Svevo, la recepcionista/asistente de la compañía que se encargaba de realizar procedimientos de borrado de memoria. Nueve años después, tras ser Maria Antonieta, trabajar con Lars von Trier en Melancolía y superar una depresión y repetir como Mary Jane Watson, la intérprete estadounidense regresó a la televisión con un papel recurrente en Fargo. Junto a su futuro marido Jesse Plemons, con el que se casaría un año después, interpretaron a Peggy y Ed Blumquist, un peculiar matrimonio de una pequeña ciudad, infeliz ella y paciente marido él, que terminan envueltos en una sorprendente historia.
En la filmografía de Buckley, a pesar de ser menos extensa, hay un año, o más concretamente un mes, especialmente significativo respecto a lo que nos ocupa. Tras participar en series como Endeavour, Guerra y Paz, Taboo y Chernobyl en septiembre de 2020 la intérprete irlandesa se convirtió en uno de los rostros de Netflix gracias a la comentada Estoy pensando en dejarlo. La película de suspense psicológico escrita, producida y dirigida por Charlie Kaufman en la que interpretaba a la pareja del personaje de Jesse Plemons. Unas semanas más tarde la cadena FX estrenaba la cuarta temporada de Fargo, en la que Buckley se ponía en la piel de la enfermera Oraetta Mayflower.
Buckley lo hizo más rápido que Dunst, pero en las carreras de ambas hay una enfermera/asistente creepy, una película con Charlie Kaufman y una relación sentimental ficticia con Jesse Plemons. El orden de los factores no es el mismo, al peculiar director podríamos considerarlo el núcleo de todo, pero lo cierto es que ambas han conseguido su primera nominación a un Oscar siendo treintañeras. Y pase lo que pase el mes que viene en la ceremonia, nos alegramos de que dos talentos de la interpretación sin ínfulas ni agotadoras campañas promocionales estén, al menos, en la carrera. Eso sí, no podemos evitar preguntarnos, ¿para cuándo un trabajo juntas?.