Es una ilustradora con una extraordinaria obra dedicada a los niños , pero seguida por millones de adultos enamorados de su encantador trazo. Rébecca Dautremer, francesa y con 50 años recién cumplidos, ha firmado decenas de álbumes, ha expuesto en galerías, casas de cultura y museos (en el Louvre, por ejemplo) y ha impartido infinidad de talleres y seminarios, siempre con llenazo. Su último gran héroe es un minúsculo conejo llamado Jacominus, protagonista de Las ricas horas de Jacominus Gainsborough, La cita y, ahora, Tan solo un instante (Edelvives), probablemente el libro infantil más bonito que va a llegar en estas semanas a las librerías. En él podemos contemplar la maestría de esta artista, especialista en atmósferas entrañablemente retro y detallistas que, además, a veces vienen en formatos inmersivos espectaculares. En Tan solo un instante tenemos un cuadernillo central en acordeón que mide cuatro metros para mostrar una escena espectacular.
Esta escena única, la que vemos en el vídeo mientras la dibuja Rébecca Dautremer, muestra un instante decisivo en la vida de Jacominus: el momento en el que se cae por la escalera y sufre un accidente que le marca para siempre. Dautremer no nos explica solo esta caída, sino que abre el foco para ver qué hacían en ese momento todos y cada uno de los personajes que forman parte del universo del entrañable conejito: sus padres, su querida abuela Beatrix, sus amigos Policarpo, César, Agatón, Byron, León y Napoleón, su querida Dulce Vidoq, la madre de ésta... En total, vemos en esa lámina central a un centenar de personajes, de los que además se va contando su historia en un libro adjunto.
«Cuando era niña, me gustaba dedicar mucho tiempo a observar cada imagen y que esta estuviera llena de detalles», ha recordado Rébecca Dautremer. «Creo que por eso me gusta pintar escenas tan complejas: busco que el lector vea, en un golpe de vista, todo el plano general. Pero pretendo que luego se quede estudiando cada detalle. Como en los cuadros de Brueghel el Joven (1564-1636), donde puedes descubrir un montón de pequeñas historias secundarias, aquí, allá, que te permiten sumergirte en la imagen. Creo mundos llenos de detalles porque esos eran los mundos que me gustaban a mí de pequeña».
20 de enero-18 de febrero
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