Mientras soñamos despiertos con paraísos tropicales, la lectura se convierte en la solución a casi todos nuestros problemas. Al fin y al cabo, no existe billete más barato al viaje más espectacular de tu vida que un buen libro. Elige el tuyo entre estas cinco novelas clásicas de aventuras que te van a tener pegada a sus páginas en la playa, en la piscina y en tu club virtual de lectura.
La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson es la novela de aventuras por antonomasia: piratas con patas de palo, un motín, canciones de marineros, luchas de espada y la búsqueda de una gran fortuna. En definitiva, todos los elementos necesarios para una trepidante aventura en alta mar a bordo del legendario barco Hispaniola. Al igual que el ron que bebe todo pirata respetado, esta breve novela mejora con los años y nunca pasará de moda. Un buen plan B si tu viaje a una isla paradisiaca ha tenido que posponerse de nuevo.
Para los que prefieren la novela histórica y el misticismo de las antiguas civilizaciones Sinuhé el egipcio de Mika Waltari es el libro perfecto. Tras perder su escasa fortuna en una aventura amorosa con una cortesana, el médico real Sinhué viaja en el exilio por Babilonia, Creta y otros pueblos vecinos. Tan pronto se ve rodeado de riquezas como privado de ellas y en los asuntos del corazón todo son desgracias… Sinuhé el egipcio es una de las grandes novelas del siglo XX, u na especie de Odisea en la que en lugar de dioses hay faraones y en la que los monstruos más terribles somos los seres humanos. Si tu sueño de hacer turismo en Oriente Próximo ha tenido que cancelarse, Mika Waltari es la alternativa perfecta.
¿Quién necesita una playa si puede surcar el Caribe en compañía de verdaderos lobos de mar? El verano es el momento perfecto para leer sobre temibles bucaneros y El corsario negro de Emilio Salgari es una obra maestra de la piratería. El capitán Emilio di Roccanera desea vengar la muerte de sus hermanos, ahorcados por orden de un malvado gobernador español. En sus planes de vendetta no entraba, sin embargo, enamorarse de una hermosa condesa ni mucho menos que esa condesa resultara ser la hija de su peor enemigo. Una lucha entre el honor y el amor, un romance condenado al desastre y un infame adversario al que derrotar: una novela de aventuras perfecta.
Aunque la venganza es el tema principal de El corsario negro, cuando pensamos en ella no podemos evitar relacionarla con Alejandro Dumas y El Conde de Montecristo. ¿Hay algo peor que un hombre bueno e inocente que es acusado y engañado por interés, envidia y rencor? Este es el caso de Edmundo Dantés, el gran héroe de El conde de Montecristo, a quien encarcelan de forma injusta durante catorce años y quien gracias a la ayuda del abate Faria, un erudito tachado de loco, logra escapar y hacerse con un gran tesoro. De esta forma emprende su venganza… Una venganza un tanto larga (más de mil páginas para ser exactos). Pero como en verano nos falta de todo menos tiempo, este es el momento perfecto para leer este clásico universal que ocupará mucho espacio tanto en nuestras estanterías como en nuestros corazones.
«Esgrima, combates, torturas, venganzas, gigantes, milagros, persecuciones, fugas, amor verdadero…». Así es cómo describe La princesa prometida el abuelo que se sienta a leerle la novela a su nieto en la película de 1987. Y es que la obra de William Goldman es un relato de aventuras en toda regla: transcurre en una Edad Media fantástica donde hay enanos y gigantes, los héroes deben enfrentarse a un villano cobarde para rescatar a la bella princesa, el espadachín Íñigo Montoya desea vengar la muerte de su padre y el amor verdadero es capaz de obrar milagros.
Nadie puede resistirse al encanto de La princesa prometida, es el mejor remedio para una tarde aburrida y calurosa en pleno mes de agosto. ¿Quién tiene tiempo para pensar en los 35 grados que hacen cuando un gigante turco, un sabio siciliano y un esgrimista español escalan los Acantilados de la Locura con una princesa secuestrada?