Linda Jackson pensaba en convertirse en profesora y después de mucho trabajar ha terminado siendo CEO de Peugeot. / Getty images

Linda Jackson, CEO de Peugeot: «No siempre es necesario, pero las mujeres tendemos a trabajar más, porque creemos que tenemos que probar que valemos»

La máxima ejecutiva de la marca francesa es la prueba de que hay un lugar para las mujeres en un sector que se enfrenta a grandes desafíos. Ella nunca se ha sentido discriminada, pero reconoce que ha sacrificado tiempo con su familia.

Linda Jackson (Coventry, 1959), cuenta que su carrera en el mundo de la automoción comenzó porque se enamoró de esta industria. Nacida en Reino Unido y graduada por la Universidad de Warwick, pensaba convertirse en profesora, pero empezó trabajando en Jaguar para ganar un dinero extra y, en unos meses, abandonó sus planes. Pasó por el Grupo Rover (allí comenzó a estudiar un MBA en horario nocturno y llegó a ser directora general) y en 2005 se incorporó a Citroën, donde fue nombrada directora ejecutiva nueve años más tarde.

Hace un año, fue nombrada CEO de Peugeot, dentro del grupo Stellantis, fruto de la fusión entre FCA Fiat Chrysler y PSA. Con sentido del humor, se describe a sí misma como «una mujer británica trabajando en una marca francesa», en su perfil de Linkedin. Uno de los mayores desafíos fue adaptarse a una vida fuera de su país, según confiesa. Pero si hay un sector que se enfrenta a grandes desafíos es el de la automoción. Por un lado, debe convertirse en sostenible, en un mundo que necesita reducir urgentemente su huella de carbono. Por otro, cambiar su perfil masculino y dar cabida a las mujeres, en puestos directivos. «Nunca me he encontrado problemas de discriminación», asegura. Pero, al tiempo, reconoce que ellas tienen que esforzarse más.

Mujerhoy. ¿Ha mejorado la situación de las mujeres en un sector tan masculino?

Linda jackson. Buena pregunta. Para ser sincera, no creo que haya diferencia. Al final, el éxito en tu carrera está ligado a tus buenos resultados, a que has trabajado duro y has sabido conectar con tu equipo. Nunca me he encontrado con problemas de discriminación. He podido construir mi la carrera trabajando duro desde siempre. Creo que si te esfuerzas y tienes confianza en ti misma es posible. Sin que importe el género. Aunque ese trabajo duro y esa confianza la necesitamos quizás más las mujeres [Risas].

Pero, ahora hay más mujeres en puestos de responsabilidad que antes.

Sí se ha producido un cambio, las cosas han evolucionado en un sentido muy positivo. He trabajado en esta industria durante mucho tiempo y lo que recuerdo de los 80 era que podías estar en una habitación con todos los gestores de la compañía y había solo dos mujeres. Pero eso ha cambiado. Hace unos años, era imposible imaginar que una mujer estuviera en mi puesto. Hoy hay varias en puestos parecidos. En el centro de producción de Madrid, por ejemplo, hay ahora una directora, Susana Remacha, algo inimaginable hace 10 años. Por supuesto tenemos que enfrentarnos a muchas cosas, ser flexibles, pero las oportunidades están ahí y cuantas más mujeres las aprovechen, más modelos a seguir tendrán las jóvenes.

¿Qué buscan las mujeres en un coche?

El 50% de mis clientes son mujeres. No es que tengamos que construir coches «femeninos», pero sí nos obliga a ser más creativos. Ellas quieren el mejor modelo, pero también seguridad, el diseño del interior, una distribución que permita compartirlo con los niños, buen anclaje para sillitas... Las mujeres tienen una manera diferente de ver las cosas. Creo que la practicidad de las cosas es influencia de ellas. Y eso es la vida, la diversidad, algo que fomenta la movilidad. Es algo que me interesa mucho y que, afortunadamente, está sucediendo.

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En los coches hoy, ¿es más importante la funcionalidad o la estética?

Es difícil decirlo. Aunque las mujeres antes no los compraban, influían en la compra. La gente quiere un gran coche, pero también seguridad.

¿Hay que desmontar el mito de que hombres y mujeres conducen de forma diferente?

Creo que sí es un mito. El estilo de conducción depende de la personalidad y de cómo manejas el estrés. Lo que sí que es cierto es que estadísticamente las mujeres tienen menos accidentes que los hombres.

¿Por qué empezó usted a trabajar en el sector del automóvil?

Llegué un poco por casualidad. Iba a empezar a trabajar como profesora en la Universidad y le pregunté a mi tío si podía conseguirme un trabajo temporal en Jaguar, para ganar algo de dinero. En unos meses, aquel mundo me absorbió. Trabajé en diseño, en montaje... Había tantas cosas por hacer en la industria del motor. El 90% de la gente compra coches con la emoción, es fantástico. Y pensé, ¿por qué no? Empecé en finanzas e hice un MBA, lo que me abrió perspectivas. Entonces me mudé a Francia, donde trabajé un par de años. Nunca he sido una persona de planes. Creo que tuve suerte. También me arriesgué en ciertos momentos. Y aquí estoy. Es mucho trabajo, pero disfruto de cada momento.

¿Qué le aconsejaría a una mujer joven que quiera llegar lejos en su sector?

Lo primero es que no hay un camino fácil, que hay que trabajar muy duro, especialmente si eres mujer. Lo segundo, que hay que estar preparada para el riesgo. Y lo tercero es confiar en una misma. Es muy útil encontrar a alguien que te apoye, conseguir resultados y conectar con la gente. Y recuerda que en ocasiones tendrás que elegir. Escoge el nivel al que quieres llegar y sé feliz. Solo tienes una vida.

¿Hay algo que, con la perspectiva que da el tiempo, hoy habría hecho de otra manera?

Quizá no habría pasado trabajando tantos fines de semana, ni sacrificado tantos momentos con mi familia. Cuando miras hacia atrás, te das cuenta de que no siempre era necesario. Las mujeres tendemos a trabajar más, creyendo que tenemos que probar que valemos. Es fácil decirlo ahora que estoy donde estoy. Pero procuro ver las cosas desde un lado positivo, porque las cosas no se pueden cambiar. Tengo una gran familia y un trabajo fantástico.

¿Cómo afronta el gran reto que tiene la industria del automóvil con los compromisos de sostenibilidad?

El primer paso es la electrificación: un 70% de nuestros modelos ya tienen una versión eléctrica y, en 2024, serán el 100%. Lo segundo es una movilidad sostenible: nuestra estrategia incluye bicis y motos eléctricas. El tercer objetivo es que todos los materiales sean reciclables. Y es esencial la distribución: producir lo más cerca posible de los clientes, para evitar los enormes movimientos de mercancía, ser más locales que globales.

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