
El hombre tranquilo
El hombre tranquilo
El seleccionar nacional Luis de la Fuente está pasando por un momento complicado. El caso Jenni Hermoso, el cese de Jorge Vilda y la dimisión de Rubiales siguen jugando en su contra. De hecho, durante la rueda de prensa que tuvo lugar este lunes, 11 de septiembre, para hablar sobre el partido que esta noche enfrenta a La Roja contra Chipre, el jefe de prensa tuvo que interrumpir la comparecencia del seleccionador para pedir a los periodistas que no insistieran con el tema.
«Se han contestado seis preguntas sobre la dimisión de Luis Rubiales. El seleccionador ya ha dicho lo que tenía que decir y si alguien tiene alguna pregunta más, que no tenga que ver con la dimisión, adelante», explicaba. Lo cierto es que el riojano tiene complicado alejarse de la sombra que ha dejado esa imagen en que de la Fuente aparecía aplaudiendo al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol en su polémica «No voy a dimitir» comparecencia.
Mientras las aguas del fútbol español (las femeninas y las masculinas) siguen revueltas, la selección absoluta se enfrenta hoy a Chipre y las campeonas del mundo del combinado femenino el viernes a Suecia. Las suecas se planetaron boicotear el partido si Rubiales no dimitía. Nooshi Dadgostar, parlamentaria sueca, afirmaba que el granadino representa «una cultura que hace que las niñas y las mujeres no quieran jugar al fútbol».
A sus 62 años, de la Fuente lleva toda la vida entregado al balón: primero como jugador, después como seleccionador de la Sub 21 y, desde finales del año pasado, es el máximo responsable de La Roja. Siempre ha intentado mantener un perfil discreto y pocas veces habla de su familia. Tampoco tiene redes sociales, no sabemos si por pertenecer a una generación que no siente especial interés por Instagram, Twitter o TikTok (con algunas excepciones) o por seguir ese halo de prudencia y moderación en todo lo que tiene que ver con su vida personal.
Luis de la Fuente, en los tiempos en que jugaba en el Athletic de Bilbao. (RTVE)
Aunque vive entre Madrid y Bilbao, el seleccionador nació en Haro, provincia de La Rioja. La localidad cuenta con un equipo local (el Haro Deportivo) en el que comenzó su carrera deportiva. De hecho, cuando se produjo su nombramiento, el equipo envió un mensaje para felicitar el logro de su paisano: «Orgullosos de ti desde tus primeros pasos en el club hasta hoy. Gracias por llevar con orgullo el nombre de tu ciudad, a partir de ahora representarás a 47 millones de personas. Estamos en las mejores manos».
Aunque para orgullo, el que él mismo tiene de su tierra, como dejó claro en una entrevista para Rioja Digital: «Son mis raíces, mis costumbres y mis tradiciones. Allí está mi familia, mis amigos de la niñez y mis mejores recuerdos», contaba. «Sigo teniendo un vínculo intimísimo y, aunque ahora por mi profesión las ausencias son más largas, vengo siempre que puedo y sobre todo en las fechas señaladas».
A Luis la pasión por el fútbol le vino de su padre, un marino mercante al que acompañaba a Bilbao cada vez que podía para ver jugar al Athletic, equipo en el que él mismo acabaría jugando en 1977. Su madre, Berta Castillo, regentó una mercería, un negocio familiar que años después acabaría llevando su hermana Ana.
Luis de la Fuente junto a su hijo en una imagen publicada en las redes sociales. / INSTAGRAM
No sabemos si fue casualidad o consecuencia, pero su paso por el equipo bilbaíno (siete temporadas) coincidió con los años gloriosos de los leones: Luis de la Fuente estaba en aquella gabarra que bajó por el río Nervión en 1983 y en 1984 para celebrar las dos últimas Ligas que ha ganado el club de San Mamés hasta ahora. En ese último año ganaron también su 23ª y última (hasta ahora) Copa del Rey.
En su pueblo todos recuerdan a aquel joven Luis de pelo rizado y oscuro, que años después se dejaría también un frondoso bigote. Cuesta creerlo ahora que la cabeza brillante de de La Fuente se ha convertido también en seña de identidad. De aquellos días a estos, la vida fue pasando: conoció a una sevillana de Camas con la que se casó y tuvieron tres hijos de los cuales, Alberto, ha seguido los pasos de su padre en el mundo del fútbol.
«Sabe muchísimo más que yo y está mejor preparado. Es muy bueno y da gusto ver a gente joven con la inquietud que tiene», decía orgulloso el padre sobre el hijo, analista de las categorías inferiores de la selección y responsable de metodología en la SD Huesca.
Los que le conocen bien hablan de Luis como un hombre sensible, educado y tranquilo que llegó a la selección en medio de la polémica Luis Enrique (apartado abruptamente tras el descalabro de la selección en el Mundial de Qatar) y que se ha visto salpicado por otra polémica en un nuevo mundial.