¿Está Marta Ortega preparada para ser la sucesora de Amancio Ortega? En Estados Unidos creen que es el arma secreta de Zara

Aunque Marta Ortega, la ya nada invisible hija de Amancio Ortega suele apostar por diseños de Valentino para deslumbrar en citas importantes, no se olvida jamás de darle a sus looks el toque Inditex haciendo uso de accesorios de la marca o incluso recurriendo a ella cuando tiene en su agenda citas de tinte fashionista. La hemos visto en el front row de las semanas de moda internacionales con diseños de las colecciones de edición limitada de Zara (en 2018 supervisó el lanzamiento de la línea exclusiva bianual SRPLS) e incluso posar junto a Anna Wintour y Diane Von Furstenburg luciendo unos zapatos de la colección Join Life del titán de Inditex, un diseño que no tardó en agotarse y que se reversionó a calor del éxito obtenido. Un éxito, por cierto, que le debe a la propia Marta, que agota de forma inmediata cada una de las prendas y accesorios de Zara que luce.

El efecto Marta Ortega es una realidad, y la hija de Amancio ha concedido una entrevista a 'Wall Street Journal' con la que demostrarle al mundo que lejos de ser simplemente la «hija de» un multimillonario, es en realidad el mejor arma del negocio. Inditex, dueña de siete marcas de moda, bien podría definirse como el revés low cost de LVMH. Es más: sus 1.854 tiendas se encuentran repartidas por todo el mundo y comparten espacio con las millas de oro de las ciudades de la moda, donde no es extraño ver a sus adineradas adeptas salir y entrar de Chanel, Zara y Louis Vuitton sin pestañear. La marca es conocida por no apostar por anuncios en print, sino por confiar en el marketing ejercido a través de sus tiendas y redes, y por comprar propiedades en áreas de lujo, una táctica inusual entre los competidores, que suelen hacerlo en áreas menos caras. En las campañas de la marca vemos a prestigiosas modelos y fotógrafos de renombre, y de hecho, la entrevista concedida a 'WSJ' se acompaña de unas imágenes en las que Marta luce diferentes diseños de marcas de Inditex inmortalizada por Steven Meisel, que a su vez firma la campaña primavera/verano 2021 de Zara.

Marta Ortega se reúne cada mañana con el CEO de la compañía, Miguel Díaz, y parte del equipo para revisar los rankings de ventas y señalar así cuáles son los diseños más vendidos. De esta forma se reajustan los pedidos, algo extraño en una industria que suele funcionar por drops. Incluso apuesta por fomentar diseños menos mainstream cuyos ostentosos tejidos hacen que sus precios sean superiores, arriesgadas apuestas que por cierto, suelen terminar siendo best sellers indiscutibles. Al fin y al cabo, Marta conoce como nadie la empresa, pero también las mieles del lujo, y si algo caracteriza a Zara es su capacidad de acercar los prohibitivos diseños del olimpo deluxe a la calle.

La filosofía de Zara se encuentra bañada de la de Amancio Ortega, cuyos cumpleaños son celebrados con emotivas sorpresas llevadas a cabo por sus trabajadores. A sus 85 años, carece de despacho propio y hace ya 14 años fue testigo de cómo su hija Marta se adentraba en el mundo laboral de la mano del sello Inditex en una tienda de Zara de Londres. Su alma campechana, su vocación por compartir oficina con el resto de trabajadores sin establecer distancias jerárquicas y ese vínculo directo entre dependientes y trabajadores de la empresa nos obliga a establecer un vínculo entre Ortega y Thomas Meyer, director creativo de Desigual, con la diferencia de que en Zara la hija de «El Jefe», como se conoce a Amancio, no es solo la heredera, sino un arma de ventas del titán de moda. En el LinkedIn de Marta no encontraremos un puesto concreto, pues carece de uno designado. Visita las tiendas de Zara semanalmente y se encarga de supervisar los diseños, la imagen de la marca e incluso el merchandising de la misma. En resumidas cuentas, Marta Ortega es «el ojo que todo lo ve» de Zara. Cuando le preguntan si se ve en un puesto de liderazgo, responde que aunque no sabe lo que el futuro le depara, no lo descarta. Si se nos pregunta, nosotros tampoco descartamos que lo haga. «Si soy honesta, me gustaría permanecer cerca del producto. Es lo que mi padre ha hecho siempre», asegura. «Obviamente somos una gran empresa, pero siento que no es tan grande. No sé nada sobre grandes cifras. Ni siquiera queremos hablar de ellas. En nuestro trabajo diario no es algo que nos preocupe», explica. Quizás ella desconoce las cifras (si nos lo creemos o no, ya es otro tema), pero el mundo se las sabe de memoria. Zara vende más de 450 millones de diseños de moda femenina al año y recibe novedades dos veces a la semana. Mientras que Giorgio Armani, que al igual que Zara cuenta con diferentes categorías, logró en 2020 1,9 mil millones de dólares en beneficios, Zara obtuvo 16,7 mil millones.

Su exquisita relación con iconos de la moda es a su vez la responsable de algunas colecciones. Sin ir más lejos, su amistad con Peter Lindbergh, que se convirtió en su mentor y tomó las fotografías de su boda con Carlos Torretta, es la razón por la que Zara cuenta ahora con una colección tributo en la que diversas prendas cuentan con algunas de sus fotografías más memorables. No es casualidad que pronto La Coruña sea el escenario de una exposición que mostrará el trabajo del icónico fotógrafo.

Pero entonces, ¿es realmente Marta Ortega el secreto de la marca? Sin duda. Para comenzar, porque al mezclar diseños de alta gama con prendas y accesorios de Zara demuestra que las creaciones de Inditex cumplen las expectativas. Para continuar, porque se encarga de lucir diseños de la marca semanas antes de que estos lleguen a las tiendas, generando de esta forma una inmensa expectación responsable de que en el momento que salen a la venta, se agoten. Para finalizar, porque ella supervisa las creaciones, aporta su visión, su innovación y sus ideas, y es su capacidad de introducir su amor por el lujo en una marca asequible la que ha hecho de Zara el gigante de la moda. Amancio puede estar tranquilo: el imperio está en buenas manos. Por más que ella no tenga un puesto fijo, nosotros diríamos que podría resumirse como «el futuro de Zara».