No es una exageración decir que existe un antes y un después de 'El cuento de la criada' , la serie que recogió la novela que Margaret Atwood publicó en 1985. Era uno de esos títulos que las feministas se recomendaban de generación en generación, pero sin llegar a la trascendencia global que supuso la serie.
Esta llegó en el momento justo, en plena reacción antifeminista del trumpismo, y con un diseño de producción y una crudeza impactante. La capacidad visionaria de Atwood ha aterrorizado a las mujeres, pero su nueva trilogía puede escalofriar a muchos más. De hecho, a toda la humanidad.
Hablamos de la 'trilogía Maddaddam', compuesta por 'Oryx y Crake', 'El año del Diluvio' y 'Maddaddam', y parte de un planeta que podemos imaginar perfectamente: un mundo que ha padecido una terrible pandemia a la que sólo han sobrevivido unos pocos seres humanos y algunos seres genéticamente modificados. En 'Oryx y Crake', un científico desquiciado fabrican en una laboratorio un virus para extinguir a su propia especie. De su experimento nacen los 'crakers', una nueva especie que carece de algunas debilidades humanas: los celos, la codicia, la necesidad de proteína de origen animal…
En 'El año del Diluvio', la acción transcurre de manera paralela a la del libro anterior: salimos de los complejos amurallados y conocemos las 'plebillas' o vecindarios residenciales y arrabales. Allí actúa una religión ecologista llamada los Jardineros de Dios, que rescatan a los trabajadores de sus empleadores explotadores y tiranos. Son pacíficos, pero una escisión lucha contra SegurMort, la corporación encargada de la ley y el orden: utilizan microbios y animales genéticamente modificados para atentar contra la infraestructura y la autoridad de SegurMort.
Hasta octubre no sale a la venta 'Maddaddam', pero la crítica es unánime: por esta última serie, Atwood merece el Nobel.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?