Noviembre es el mes perfecto para salir del armario fan de las reinas del drama: al desamor le queda bien la caída de la hoja del final del otoño. Solo hay que ver el vídeo de 'Easy on Me', el single que avanza el nuevo disco de Adele, la mujer que canta más alto y mejor al corazón roto: el romanticismo de un bosque otoñal no se compara con nada. No tenemos, además, demasiadas semanas para regodearnos en las tragedias pop cantadas por la británica: en breve llega Mariah Carey con sus villancicos y toca cambiar el chip del dramón por el bling bling navideño. Pero Adele y '30' (ya sabes que titula con su edad cada disco) no es la única ocasión para el lloro romántico que nos queda de aquí al polvorón. ¿Has oído hablar de Lana del Rey?
Si Adele canta al trauma amoroso de las masas, Lana del Rey lo trabaja en el negociado de lo 'indie'. Si la una practica la cómoda estética retro, la otra milita en las filas del vintage más intelectual. Donde aquella se rompe en adictivos agudos de karaoke, esta cultiva los graves más sugerentemente melancólicos. Eso sí: ambas nos suministran una cantidad apreciable de drama por disco, aunque el último de Lana del Rey , 'Blue Banisters', sigue la estela de sus últimos trabajos, más centrados en la narración del yo que en el drama amoroso. Es el destino de toda 'drama queen' que se precie de tal: transitar del romanticismo al narcisismo.
Cuando Adele y Lana del Rey aún cantaban en el baño de su casa, Christina Aguilera ya hacia llorar a medio planeta con baladones como 'Beautiful' (2002), insumergible himno a la autoestima. A sus 40 años, esta reina del drama ejemplifica la trayectoria ideal de las cultivadoras del trauma romántico: soltar el lastre trágico y quedarse con el reina. Su nueva canción, una guaracha cubana titulada 'Pa' mis muchachas', es el consejo que la mujer sabia da a las jóvenes polluelas: «Cuando estoy llorando, mezclo mis lágrimas con tequila y limón y me levanto». Christina canta en español con Nathy Peluso, Becky G y Nicki Nicole y deja listo para sentencia el romanticismo y el narcisimo de los 20 y los 30. «Tú no nos conoces así que no hables de nosotras. Solo eres uno que ha vivido a nuestra sombra».