Olena Bratel pudo llegar a España con sus hijos. / getty images

«Tenía que sacar a mis hijos de allí, que escapasen de ese horror, porque ellos son lo único que tengo»

Olena Bratel es catedrática, vicepresidenta de la Asociación de Hispanistas de Ucrania y llegó a nuestro país hace pocos días, huyendo de la invasión rusa. Esta semana, suya es la carta que ocupa esta página.

Escribo desde un pueblo de Madrid, al que he llegado con mis hijos de 11 y 5 años. Cuando empezó la guerra, nos refugiamos en una escuela en Kiev, pero huimos tras la explosión de un misil. Tenía que sacar a mis hijos de allí, que escapasen de ese horror, porque ellos son lo único que tengo. Así que nos fuimos a una aldea, pero llegaron los tanques rusos y luego los aviones ucranianos, que los bombardearon. Nos quedamos atrapados.

Ese día no pude más y lloré de impotencia, pensé que había llevado a mis hijos de un mal lugar a otro peor. Afortunadamente, pudimos viajar a Polonia mientras los aviones pasaban sobre nuestras cabezas y los misiles caían cerca. En otoño vine a España a un curso con maestras de español de toda Europa. Tenemos un grupo en Whatsapp y, en las últimas semanas, se han preocupado por la situación en Ucrania.

«Tenía que sacar a mis hijos, que escapasen de ese horror, porque son lo único que tengo».

Al saber que había cruzado la frontera, dos de ellas nos acogieron. Y ha sido un amigo suyo español el que nos ha comprado los billetes de avión, después de saber que quería llegar a España porque tengo amigos desde hace 20 años. Aquí tenemos de todo, pero eso no importa. Lo importante es sentirnos seguros, dormir sin tener miedo por los tanques.

Me preocupan mi marido y mis amigos, también mis padres y mis suegros. Ellos dicen que prefieren morir en casa, que los jóvenes tenemos que salir y no pueden ocupar nuestro asiento en un autobús. A veces me siento un poco culpable, pero si estuviera allí no ayudaría a mi país. Mis hijos no merecen lo que está pasando, ellos son el futuro. Un día regresaremos a Ucrania y son ellos los que la reconstruirán