El trabajo diario de Elena Meseguer es lento, cuidadoso, en contacto con la materia y abierto a la imaginación. De su horno van saliendo las piezas, todas hechas a mano, ninguna igual a la anterior. «Abrir el horno es una sorpresa. Hay veces que no sabes lo que te vas a encontrar», confiesa. Pero si hay algo que define el trabajo slow de su firma, Bonjour, es la atención a los detalles. Y esa delicadeza está impresa en cada plato y cada bol que crea.
Elena empezó a dedicarse a la cerámica mientras trabajaba en una agencia de publicidad. En el verano de 2014, se apuntó a un curso y lo que empezó siendo un entretenimiento acabó convirtiéndose en su modo de vida. Instaló su taller en casa. La idea era vender a través de Internet. Empezó a recibir encargos de familiares y amigos. Y los pedidos se multiplicaron. En abril de 2016 dejó su trabajo. Vendió en un suspiro varias vajillas en la tienda de decoración del momento, Rue Vintage. Las redes sociales fueron también un gran apoyo, en una época en la que surgía un nuevo interés por la cerámica. Dos años después, alquiló un local en el centro de Madrid.
ELEMENTOS DELICADOS. Junto a estas líneas, fuentes y bol ondulados con filo dorado, y juego de café blanco rugoso.
Hoy, a través de su tienda online, vende en casi toda Europa. También atiende pedidos personalizados y uno de éxitos es el monogramming de las piezas. Además, está a punto de inaugurar su nuevo local, en el que instalará un showroom y ofrecerá talleres de cerámica y mindfulness, entre otros. «Quiero ofrecer algo inspirador y muy estético. Nuestra filosofía es disfrutar de las pequeñas cosas, apreciando la personalidad de cada pieza y eso queremos trasladarlo a todo».
Quién visita su web ya no olvida sus vajillas Galleta, en forma de flor, o las de aguas en tonos rosas y azules, dos de sus best-sellers, siempre con ese toque irregular y orgánico. Entre las más admiradas están también sus delicadas fuentes de formas onduladas y filo dorado, una de las marcas de la casa. Las tazas y platos para niños, reconocibles por sus orejas de oso, y las placas con las huellas de bebés son también un must.
Sobre estas líneas, diferentes piezas de las vajillas de Bonjour, la firma creada por Elena Meseguer.
La firma ha hecho también colaboraciones con la ilustradora Verónica Algaba, que ideó una colección con expresivos dibujos de animales, o unos evocadores jarrones con rosas en relieve de la artista Laura Balasoiu. Una de las cosas que más le gustan a Elena Meseguer es experimentar: con diseños, con esmaltes, con materiales nuevos...
El punto de partida es combinar lo rústico y lo delicado, buscando siempre la sencillez. Su sello son también los colores neutros y pasteles. «A la hora de sacar una colección nueva, me dejo llevar por lo que voy descubriendo, probando y combinando cosas que me gustan». (www.somosbonjour.es).