crónica
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La cuarta edición del Polar Sound Festival reunió a 16.000 personas el fin de semana del 5 y 6 de abril en Baqueira Beret para celebrar por todo lo alto el fin de una temporada de esquí tan atípica como especial. Las suaves temperaturas de la localidad del Valle de Arán anunciaban el fin del momento más especial del año para los amantes de este deporte que han dado la bienvenida a la primavera de la única forma en la que algo puede acabar mejor que empieza: con música.
El festival que empezó en 2019 se ha consolidado como uno de los eventos referentes en este campo y el fervor los asistentes a su cuarta entrega así lo ha dejado claro. Nombres de la talla de Taburete, Ana Mena, La Oreja de Van Gogh o Arde Bogotá han formado parte del cartel compuesto por grupos emergentes y artistas consolidados que no han querido persderse esta cita.
José de Rico fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a una edición del Polar Sound marcada por el ambiente festivo y la nostalgia musical. El DJ rescató canciones de ayer y hoy para empezar a preparar los cuerpos: las ganas de celebrar estaban presentes en el ambiente y no hicieron más que crecer a medida que avanzaba la tarde, como se confirmó con Veintiuno , el grupo toledano que cogió el testigo de José de Rico y que se encargó de atemperar el ambiente con canciones como 'Dopamina' o 'La vida moderna'.
Si el clima en Baqueira sorprendió a todos por las altas temperaturas inusuales en la zona y en la época, con la llegada de Arde Bogotá los termómetros se dispararon y quebraron todas las estadísticas en el instante en el que las notas de 'Antiaéreo' empezaron a sonar. Los de Cartagena subieron al escenario con el único fin de echar la carpa del festival abajo a golpe de baile. El objetivo lo cumplieron con creces y subieron un nivel más cuando al baile le acompañaron saltos y cantos al amor en multitud de expresiones al ritmo de las canciones de Arde Bogotá que, haciendo honor a su nombre, incendiaron el Polar Sound.
Tras el espectáculo y la intensidad de este último concierto, una parada técnica para reponer fuerzas era más que necesaria. El festival contaba con foodtrucks de comidas y bebidas de todas las variedades. Entre ellos, algunos comercios locales de Baqueira quisieron sumarse al evento con puestos de comida que daban la oportunidad de disfrutar aún más de la oferta gastronómica y cultural de la localidad anfitriona.
Con las pilas cargadas y el ambiente festivo aún encendido por la sorpres que supuso el espectáculo de Arde Bogotá, llegó el turno de Álvaro de Luna. El ex componente de Sinsinati repasó algunos de los temas más populares de su carrera, como 'Juramento eterno de sal', 'Cuando éramos dos' o 'Todo contigo'.
El último concierto de la noche corrió a cargo de un grupo veterano en este festival y uno de los reclamos más potentes de su cartel. Taburete confirmó la potencia de su directo sobre el escenario del Polar Sound. Con temas míticos como 'Sirenas' y canciones más recientes como 'La Discoteca' el grupo hizo honor a su fama de disfrutones y supo transmitirla con éxito a todos los, entregados a la causa, coreaban con ellos los éxitos más populares de la banda.
El cansancio tras el cierre del primer día de festival, del que se encargó con éxito DJ Barce, no fue excusa para que al día siguiente las pistas de Baqueira Beret estuvieran llenas de amantes del esquí que no querían perder la oportunidad de despedir el último día de la temporada. Entre esquís y tablas de snowboard la conversación era unánime: todo el mundo comentaba la noche anterior con satisfacción y hablaban con ilusión de las expectativas que les despertaba el último día del Polar Sound.
El cartel del sábado 6, desde luego, invitaba a ello. La palabra que resume la propuesta de este día es nostalgia. Pero no una nostalgia triste ni melancólica, más bien todo lo contrario. El recuerdo de un pasado musical que sigue estando vivo en la memoria de la sociedad española representada en el público del festival. Tanto jóvenes como familias con niños pequeños acudían a la segunda ronda de esta cita tan especial que si algo dejó claro es que la buena música no entiende de edades ni generaciones.
El canario Danny Romero empezó por todo lo alto con grandes temas urbanos de mediados de los 2000 y grandes hits de su carrera más recientes. Los siguientes en pasar por el escenario del Polar Sound fueron los Despistaos. Con más de 20 años de carrera a sus espaldas, el grupo demostró que su éxito no fue cosa de la década pasada y que canciones como 'Cada dos minutos', 'Física o química' o 'Gracias' siguen provocando la misma euforia que en el momento en el que la estrenaron.
Sin embargo, y como todo buen momento que se precie, el Polar Sound tuvo un punto de inflexión que marcó con creces toda la experiencia. Que media hora antes del comienzo de su concierto la gente se agolpase en el interior de la carpa y los nervios de felicidad se mascasen en el ambiente era algo que solo podía conseguir el grupo que venía a continuación.
La Oreja de Van Gogh no solo no decepcionó con su actuación, sino que superó con creces cualquier expectativa que se pudiera tener de este concierto. Las voces de las 16.000 personas allí reunidas sonaron al unísono durante más de una hora y media desde el momento en el que las notas de su famoso 'Cuídate' emepezaron a sonar. Tanto la propia banda como el público del festival pudimos confirmar la huella que canciones como 'Rosas', 'Muñeca de trapo', 'Cometas por el cielo' o 'Inmortal' han dejado en la historia musical española y en los corazones y vidas de tantas personas de todo el mundo.
Aunque con este viaje al pasado el festival alcanzó su punto álgido, el ritmo no decayó, y los responsables de ellos fueron un grupo de jóvenes que dejó claro que las nuevas generaciones también tienen mucho que aportar a la música de este país. Los responsables fueron los chicos de Malmö 040, una banda catalana con una propuesta de lo más interesante que ya ha sabido ganarse al público más juvenil.
Tras dos dias repletos de emociones y nuevos descubrimientos, la cuarta edición del Polar Sound Festival iba llegando a su fin. Con la intención de acabar por todo lo alto, el festival escogió a una de las estrellas nacionales que, pese a su juventud, ha logrado hacerse un nombre dentro y fuera de nuestras fronteras. Ana Mena llevó su Bellodrama Tour hasta Baqueira con un show donde el baile y la puesta en escena más propia de un Wizink que de un festival fueron los aspectos más llamativos de su propuesta.
El espectáculo de la malagueña puso el broche de oro a la edición de 2024 de este festival. Aunque la fiesta se extendió algunas horas más con las actuaciones de Ardiya y Luigii Nieto, el Polar Sound y la temporada dorada de Baqueira llegaron juntos a su fin. Cinco años después de sus inicios y con la cuarta edición clausurada, la respuesta del público ante las sensaciones que evocaron la experiencia del festival fue clara: Baqueira Beret cuenta para el año que viene con un reclamo más para volver a visitarla.