«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad», dijo Franklin D.Roosevelt y repitió Peter Parker (Superman), un lema que ilustra perfectamente la situación de guerra que vive Disney, probablemente la compañía más influyente del entretenimiento mundial. En los últimos años,hemos presenciado cómo el feminismo ha hecho tambalear el imperio de las princesas rosa, pero nada hacía prever un terremoto como el actual. Disney jamás lo había tenido tan difícil para actualizar su repertorio de historias y personajes: la tarea de actualizar sus valores y su estética para las nuevas generaciones es increíblemente complicado. La vigilancia, además, es máxima.
Disney da un paso adelante (aplausos) y otro atrás (pitos) en su tarea de reflejar la feminidad de una manera plural y alejada de estereotipos. Es más fácil la renovación en las colaboraciones, como ha sucedido con la nueva Minnie Mouse que ha presentado la diseñadora de moda Stella McCartney. Con motivo del trigésimo aniversario de Disneyland Paris, ha vestido a la novia de Mickey con pantalones por primera vez en 93 años. En su versión siglo XXI, Minnie viste un esmoquin azul noche con sus icónicos lunares negros y está guapísima.
A Disney le costó mucho más aceptar a Luisa, la hermana mayor de Mirabel, la protagonista de Encanto. Los ejecutivos de la compañía no tenían ningún inconveniente en presentarla como una mujer fuerte, pero se negaban en redondo a que tuviera músculos. Lo encontraban (como aún mucha gente lo encuentra) un rasgo indigno de la estética femenina, que debe siempre caer del lado de la fragilidad. Y, de hecho, apostaban a que las niñas se identificarían mucho más con Mirabel e Isabela que con la musculosa Luisa y diseñaron mucho menos merchandising dedicado a ella. Un error: parece que a las niñas les encanta Luisa y su merch tiene mucha más demanda que el de el resto de personajes de la película.
El próximo gran problema al que se enfrenta Disney ya ha estallado en guerra. Se trata del remake con actores reales de Blancanieves que, según las últimas informaciones, ya está en marcha. La protagonista será Rachel Zegler, actriz estadounidense de ascendencia colombiana que recientemente protagonizó el musical West Side Story y cuya elección ha sido vista como un guiño a la comunidad latina de Estados Unidos. Más problemática es la cuestión de los siete enanitos, personajes que para Peter Dinklage, el actor con acondroplasia de Juego de tronos, refuerza todos los estereotipos del enanismo.
Para Dinklage, ganador de un Globo de Oro y un Emmy, la historia de Blancanieves no debería seguir reproduciéndose. «Estamos adoptando un enfoque diferente hacia estos siete personajes y hemos consultado con miembros de la comunidad del enanismo», contestó Disney en un comunicado, «Estaremos encantados de compartir más detalles a medida que avance la producción, después de un largo período de desarrollo». Otro actor con acondroplasia, Dylan Postl, se ha manifestado contra la opinión de Dinklage: «No tengo ningún problema con Blancanieves. Con lo que sí tengo un problema es con que Dinklage se pinga a sí mismo en un pedestal y menosprecie los trabajos que a innumerables enanos de la industria del entretenimiento les encantaría ocupar».