Vuelve The Good Fight: por qué no queremos esperar a tener 60 para ser como Diane Lockhart

Christine Baranski y Diane Lockhart llevan más de diez años juntas, exactamente desde la primera temporada de 'The Good Wife' . Aquella serie, un drama ambientado en el mundo de la política y la abogacía, barrió gracias al viejo recurso de la tensión sexual: el flechazo entre Alicia Florrick (Julianna Margulis) y su jefe Will Gardner (Josh Charles) hizo correr ríos. El tiempo, sin embargo, puso todo en su lugar.

Lo que quedó de aquel furor no fue la química sexy de los protagonistas, sino un personaje secundario que consiguió, por aclamación fan, su propio 'spin off'. Se trata de 'The Good Fight', protagonizado por la mentora y aliada de Florrick Diane Lockhart, socia del bufete Stern, Lockhart and Gardner. Estamos, probablemente, ante el mejor personaje femenino de mediana edad de nuestra televisión reciente.

La quinta temporada de 'The Good Fight' llega hoy a Movistar+ con sus dos puntales en plena forma. Una vez más, los 'showrunners' Michelle y Robin King han cargado la trama con la actualidad más candente: el final de la era Trump, el asalto al Capitolio, el asesinato de George Floyd, la muerte de la jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg… Y retorna Diane Lockhart con su proverbial aplomo, su refinado estilo y su noble inteligencia: un personaje aspiracional para mujeres de todas las edades.

Diane posee 'autoritas' y 'potestas', y ni clientes perversos ni adversarios legales han logrado eclipsar su brillantez. Su carisma es envidiable. «Adoro su inteligencia», reconoció Christine Baranski en 2015. «Me encanta cómo domina los hechos. Es maravilloso interpretar a una mujer que no se presenta únicamente en su vertiente emocional, sino que es una intelectual».

El personaje de Diane Lockhart se escribió como la típica jefa fría y exigente en el guión original de 'The Good Wife'. Sin embargo, la personalidad de Christine Baranski convenció a los showrunners para reescribir su papel por completo. «Debía ser odiosa, pero decidimos aprovechar la calidez y el talante cariñoso de Christine porque es maravilloso», desvelaron Michelle y Robin King.

Diane Lockhart no solo es justa a la hora de dirimir los problemas en su equipo: posee un olfato extraordinario para detectar el talento, aunque este no se encarne en personas convencionales. Que la abogada posea una apariencia modelo y un saber estar intachable no significa que no pueda admirar a profesionales tan brillantes como extravagantes. De ahí que la galería de personajes secundarios de 'The Good Fight' sea inigualable: los abogados Elsbeth Tascioni (Carrie Preston), Roland Blum (Michael Sheen) o Louis Canning (Michael J. Fox) son únicos.

Desde la segunda temporada, la relación entre Diane Lockhart y Liz Reddick (Audra McDonald), socia del bufete Reddick, Boseman & Lockhart, se convierte en central, y en la nueva y quinta temporada su amistad será más protagonista que nunca. No perdemos de vista cómo son las relaciones de Lockhart con otras mujeres, sea amigas o colegas: jamás en la longitud de onda del prejuicio, la enemistad o la envidia y sí buscando complicidades y promocionando a las que vienen detrás. Entre las subtramas más divertidas de la serie, en la temporada tres vemos cómo Diane se une a 'la resistencia anti Trump', un grupo de mujeres demócratas, todas ricas y bien conectadas, que se reúnen para planear sabotajes varios contra el trumpismo. Diane Lockhart verá cómo se pone a prueba su sororidad hasta descubrir los límites que le pone a los pactos entre mujeres.

A lo largo de 'The Good Fight' vemos cómo Diane Lockhart tiene que reinventarse varias veces, abandonando posiciones de privilegio y poder para comenzar de nuevo en bufete propio o ajeno. Forma parte del privilegio de un personaje con un status alto, aunque vemos cómo los cambios de sensibilidad en la sociedad estadounidense hacen mella en su manera de estar en el mundo. Le influye, por ejemplo, el movimiento de las mujeres del Me Too. En una escena memorable, una joven feminista la acusa de mala feminista por defender el cierre de un website que señala a «imbéciles a los que evitar». Diane le replica: «Ni todas las mujeres son iguales ni tienes derecho a definirlas». En la quinta temporada, su posición de poder en un bufete eminentemente afroamericano será motivo de disputa: la cuestión racial, el reconocimiento de la injusticias y las condiciones de una posible reconciliación serán argumento principal de la trama.

Otro de los aspectos envidiables de la biografía de ficción de Diane Lockhart es la particularísima historia de amor que vive a lo largo de las cinco temporadas, desde un noviazgo desconfiado hasta un matrimonio nada convencional. Su relación con el experto en balística y republicano recalcitrante Kurt McVeigh (Gary Cole) es sencillamente maravillosa: vemos cómo la química romántica es capaz de sobreponerse a la oposición entre sus respectivos credos políticos. Además, gracias a Kurt el personaje de Diane amplía su registro a tonos más cómicos, con tramas surrealistas como su decisión de tomar microdosis de psicodélicos para soportar la depresión del trumpismo. ¿Hemos dicho además que es estupendo ver escenas románticas entre personajes que no tienen 20 ni 30 años?