Tras dos años marcados por la pandemia y la nula posibilidad de celebrar la fiesta en la que se ha convertido la ceremonia de entrega de los Premios Mujerhoy ( aquí todo lo que necesitas saber sobre los premiados ), por fin anoche en el Rosewood Villa Magna de Madrid, la cabecera semanal femenina líder en número de lectoras en nuestro país pudo celebrar como se merece el talento de cuatro mujeres y un hombre.
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica y Premio Mujerhoy-Comunidad de Madrid al Compromiso Masculino; la karateca y medallista olímpica Sandra Sánchez, Premio Mujerhoy a la Excelencia Deportiva; la jovencísima actriz Milena Smit, Premio Mujerhoy Nuevos Talentos; la cantante Malú, Premio Mujerhoy a la Trayectoria Artística y, por último, Fátima Akbar, hermana de la artista, fotógrafa y activista afgana Rada Akbar, Premio Mujerhoy 2021, pudieron vivir una noche emocionante (aquí todos los detalles más salseros) y, a su vez, emocionar con sus discursos de agradecimiento a las socialités y figuras de la política y la cultura que asistieron al evento.
Con Aitana Sánchez-Gijón de maestra de ceremonias y gracias al patrocinio de la Comunidad de Madrid, Dorsia, Hyundai, Iberdrola, Lancôme, Licor 43 y la colaboración de Floreale y Codorníu, la velada fue mágica y las palabras de los premiados arrancaron en más de una ocasión el aplauso de los asistentes de manera espontánea (y alguna que otra lágrima a la presentadora del evento).
Comenzó dejando el listón muy alto el primer galardonado de la noche, el presidente de Telefónica José María Álvarez-Pallete que recibió su galardón de las manos de Ignacio Ybarra, presidente de Vocento y María Eugenia Carballedo, Presidenta de la Asamblea de Madrid. Como destacó Aitana Sánchez-Gijón en su presentación del galardonado, José María Álvarez-Pallete es el perfecto ejemplo de cómo hombres y mujeres pueden y deben colaborar para erradicar las brechas de género y la desigualdad en las empresas. En Telefónica, la empresa que preside el ganador del Premio Mujerhoy-Comunidad de Madrid al Compromiso Masculino, se cuenta con una línea específica para abordar la escasez de mujeres en las carreras y puestos más técnicos y construir así la base para que exista una igualdad de género efectiva, un esfuerzo que bien vale un premio.
José María Álvarez-Pallete comenzó su discurso recordando a los asistentes que «las cosas no suceden porque sí» y para demostrarlo dio datos concretos sobre el increíble país en el que vivimos y los grandes avances que ha realizado en todos los sectores, desde el demográfico al campo de la educación y la tecnología, en tan solo 40 años. Y de entre esos cambios y avances José María Álvarez-Pallete quiso destacar el vivido por las españolas.
«Durante gran parte del siglo XX la presencia de la mujer en la universidad era minoritaria. Hoy más de 20 millones de mujeres cuentan con estudios superiores. El número de mujeres que se incorpora al mercado laboral casi se ha triplicado». Y hacía un último apunte, quizás, el más importante de todos: « Queda mucho camino por recorrer, pero afortunadamente ya es imparable. Recojo este premio en nombre de las chicas del cable, pero también de todas las mujeres que han hecho y hacen cada día más grande a Telefónica en todos los países en los que trabajamos. Las que rompieron techos de cristal y las que los siguen rompiendo para que todos juntos podamos llevar a nuestra compañía más lejos. Es un honor trabajar con vosotras».
Tras las inspiradoras palabras del presidente de Telefónica le llegó el turno de recoger su galardón a la karateca Sandra Sánchez, una mujer con un palmarés que habla por sí sólo: campeona del mundo, campeona de Europa y campeona olímpica en un mismo año, ganadora de 35 medallas, líder del ranking mundial durante cinco años consecutivos y Premio Nacional de Deportes.
Las palabras de agradecimiento de Sandra Sánchez tras recibir su premio de las manos de la Ministra de Educación y Formación profesional, Pilar Alegría; la Directora general de Revistas de Vocento, Laura Ruiz de Galarreta y el Director de Marketing y Digital Global de Iberdrola, David Gracia, arrancaron ovaciones espontáneas del público. No era para menos, la atleta, un poco nerviosa, recordó en su discurso de aceptación cómo «penalizó» a su trayectoria abandonar el centro de alto rendimiento de la selección española para volver a su casa y ayudar a su madre, con un cáncer recién detectado, a superar la enfermedad: «Una decisión que me alejó de poder estar en el equipo nacional durante muchísimos años, pero de la cual nunca me he arrepentido».
«Esa fuerza que hace que me explote el corazón al salir al tatami me la enseñó mi madre luchando contra la enfermedad, uniéndonos como familia. Para mí la felicidad no era conseguir una medalla, era ver a mi madre bien. Ahora imaginaos cuando finalmente ha llegado esa medalla olímpica y puedo mirar hacia atrás y, además, ver a mi madre y poder decirle ' tú me hiciste fuerte y todo esto lo hemos conseguido juntas'», explicó la karateca interrumpida por los aplausos para finalizar diciendo: «Este premio es por ella, por todas las mujeres que luchan, por todas las mujeres de ayer que son un ejemplo para las de hoy y también por las mujeres del mañana a las que tenemos que transmitir esta fuerza interior que les permitirá luchar por sus sueños».
Después de que Sandra Sánchez emocionara al público con su relato, la propia presentadora del evento, la actriz Aitana Sánchez-Gijón, tuvo que contener las lágrimas porque «su hija» en la ficción, la jovencísima actriz Milena Smit, subió al escenario para recibir su merecido galardón como nuevo talento del cine español de las manos de Luis Enríquez, Consejero Delegado de Vocento y Carmen Giné, Directora de Marketing de Zamora Company España.
Milena Smit, recientemente nominada al Goya como actriz de reparto por su interpretación en «Madres paralelas» de Pedro Almodóvar, la película en la que Aitana Sánchez-Gijón se convirtió en su «segunda madre en la ficción», llegó al atril con un discurso-carta preparado que se saltó en primera instancia para recordar cómo fue su primer encuentro con Aitana y darle las gracias por «tomarla de la mano» y enseñarle que la vida, en ocasiones, duele, pero que todo duele menos cuando «tienes cerca a mujeres valientes y fuertes que te enseñan cada día por lo que merece la pena luchar».
Tras estas palabras Milena Smit quiso transmitir un poderoso mensaje de empoderamiento y recuerdo de todas aquellas mujeres que no tienen premios, pero que son referentes, que culminó con un sencillo y emotivo «te quiero, mamá». Y por último dio las gracias a las creadoras, a sus compañeras. «Gracias a todas las que se levantan cada día contando historias. No desistáis, seguid haciéndolo porque hay un hueco para todos y porque, si vamos de la mano, todas juntas somos más fuertes».
De una nobel en el mundo de las artes pasamos a festejar el premio a toda una veterana, la cantante Malú que recibió un reconocimiento a sus 25 años de carrera, 12 discos de estudio, tres discos en directo y toda una vida dedicada a la cultura. Un premio que le fue entregado por Iñigo Argaya, Director General de Negocio editorial de Vocento; María Concepción Dancausa, Consejera de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid y Susana Arribas, Directora de Comunicación de Lancôme.
Como sus antecesoras en el escenario Malú advirtió que su gran profesionalidad y fuerza al cantar ante 30.000 personas se transformaba en timidez y vulnerabilidad cuando recibía reconocimientos como el Premio Mujerhoy a la Trayectoria Artística. No obstante, nos dejó un discurso inspirador y en el que hacía un recorrido por lo que han supuesto estos 23 años de carrera, esfuerzo y duro trabajo.
«Cuando yo empecé en esto las mujeres partíamos con un -10 de credibilidad y con una fecha de caducidad marcada en la frente. No era nada sencillo tener una carrera musical larga», relató la cantante que sí ha conseguido ese tipo de carrera por la que tantas artistas suspiran. «He trabajado mucho hasta conseguir mi objetivo: tocar en los mismos recintos que mis compañeros, poder llenar esos recintos como mis compañeros e incluso poder poner las entradas al mismo precio que mis compañeros».
Malú también tuvo unas palabras de agradecimiento para las mujeres que la han acompañado en su camino hacia el éxito y también para las que vendrán a continuación. «Gracias a todas aquellas que han aportado para que la mujer en la música tenga más credibilidad, se la vea más y se la quiera escuchar. Y por supuesto gracias a las que están por venir que vean que se puede conseguir, porque juntas no tenemos fin, no hay quién nos pare».
La última galardonada de la noche, la artista, fotógrafa y activista afgana Rada Akbar no pudo acudir a la velada por motivos que la propia Aitana Sánchez-Gijón describió en su presentación. La obra y la situación de Rada Akbar pone rostro y voz a 19 millones de niñas y mujeres afganas que han visto que con el retorno de los talibanes al gobierno del país sus derechos, su vida y su futuro están amenazados. Como ya le sucedió durante su infancia, cuando su familia tuvo que huir y refugiarse de los talibanes en Pakistán, Rada Akbar ha tenido que huir de nuevo de su país, esta vez a Francia donde aún se encuentra tramitando su reconocimiento como refugiada.
Su hermana Fátima Akbar, que ya ha conseguido el asilo en Alemania, acudió en nombre de Rada para recoger el premio que le fue entregado por la Ministra de Justicia Pilar Llop; por Lourdes Garzón, directora de Mujerhoy y por Elena Gris, Directora de Marketing de Hyundai. Tras unas breves palabras de Fátima Akbar en las que dio las gracias por una noche especial que la había hecho sentir valiente y empoderada, se emitió un vídeo en el que su hermana Rada Akbar agradecía el Premio Mujerhoy 2021 y en el que recordaba la difícil situación en la que se encuentra la población femenina de su país: «Mientras nos reunimos hoy para celebrar la fuerza y las contribuciones de las mujeres a nuestro mundo, hay millones de niñas y mujeres en Afganistán a las que se les niegan sus derechos más básicos: el derecho a recibir educación, el derecho a trabajar y el derecho a alzar la voz«.
La activista quiso dedicar su premio «a mis hermanas de Afganistán»: «Son unas auténticas guerreras. Han sido abandonadas por el mundo y están luchando solas contra los terroristas talibanes. Su ejemplo me inspira y me alienta cada día. No me consideraré una mujer libre hasta que todas mis hermanas de Afganistán y de cualquier otro lugar del mundo sean libres y estén liberadas. Os pido a todos que no olvidéis a esas mujeres que se han quedado atrás, en manos de los extremistas. Seamos una voz para el cambio. Luchemos juntos por la igualdad y la libertad», concluyó.
20 de enero-18 de febrero
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