Fotograma de Suave es la noche, la película inspirada en la obra de Scott Fitzgerald.

La carta de la directora

En orden

Les deseo un otoño lleno de curiosidad para descubrir lo que nos espera.

Lourdes Garzón
Lourdes Garzón

Debería haber terminado esta carta antes de irme de vacaciones, pero apagué el ordenador con ese cansancio sólido que deja la cabeza llena de agujeros y que sólo permite elecciones simples y felices, como qué sandalias meter en una maleta. Pienso en qué contarles, no con la urgencia del invierno en la oficina, sino con la pereza infinita de los primeros días de verano, cuando todavía pasa lento y elástico.

He escrito varias cartas en mi cabeza, mientras me tomaba los primeros percebes de la temporada, cuando paseaba entre recovecos portugueses al lado del mar, charlando con amigos con los que nos reencontramos cada agosto y con los que nos ponemos al día en media hora con las preguntas simples que dan idea de verdad de lo importante. ¿Cómo has estado? ¿Qué tal tus hijos? ¿Cómo van tus padres?

Así que aquí estoy, preguntándome, por ejemplo, qué quieren decir esos señores americanos tan inquietantes cuando hablan en el Capitolio de restos biológicos no humanos encontrados en ovnis. Pensando si recomendarles un artículo de The New Yorker que asegura haber encontrado a la pareja en la que Scott Fitzgerald se inspiró para escribir Suave es la noche. O recorriendo definiciones de lo que podría ser, o no, la felicidad.

Y, bajo el sol, me parece que la amenaza de invasión extraterrestre no tiene demasiado interés, no el suficiente al menos para interrumpir una siesta. Que quiénes fueron los modelos de un libro maravilloso y tristísimo no añadirá ni un gramo de emoción al placer que me regaló leerlo. Que la felicidad, digan los proverbios chinos lo que quieran sobre lo que tenemos y lo que deseamos, o al revés, es lo que deberíamos perseguir sin descanso, aunque sepamos que siempre nos gana la carrera por un palmo.

Disfruten sus vacaciones, recuérdenlas si ya lo han hecho o saboreen ese momento en el que se esperan y que es el mejor de todos. Les deseo mucho descanso y un otoño lleno de curiosidad para descubrir lo que nos espera. Y, mientras, déjense llevar por esa dulce sensación de que las cosas, por un momento, están en orden.

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?