Una baronesa británica en Zara: discreta, noble y en contra del Brexit, así es en realidad la baronesa Denise Kingsmill, una de las cuatro mujeres en el Consejo de Administración de Inditex

Es una de las cuatro mujeres miembros del Consejo de Administración de Inditex –además de Flora Pérez, esposa de Amancio Ortega, son consejeras también la empresaria francesa Anne Lange y la financiera Pilar López Álvarez– y una interesante y peculiar figura. Por su amplia experiencia como asesora de decenas de firmas y de instituciones internacionales, pero también por su firme compromiso político. La baronesa Denise Patricia Kingsmill es una abanderada de la igualdad laboral y salarial de las mujeres y una experta en la defensa de sus derechos y de la buena gobernanza corporativa. Es militante del partido laborista británico desde que tenía 18 años. Lo considera «la mejor opción para luchar contra la desigualdad». Fue nombrada consejera independiente de Inditex en 2016 y ratificada en el puesto en 2020.

Denise Patricia Kingsmill nació en Nueva Zelanda, hace 75 años y llegó al Reino Unido, donde había nacido su madre –su padre era neozelandés–, con 10 años, y se crió en el Sur de Gales, en una zona obrera. Su vida profesional empezó como modelo, en París, pero a los veinte años decidió licenciarse en Economía y Antropología por el Girton College de Cambridge. Estudió con una beca y se formó también en derecho y política. Para ella entrar en la prestigiosa universidad fue «un gran impulso», según ha contado. Al terminar su formación empezó una carrera de marketing. Decidió ser abogada a finales de los años setenta, tras una temporada trabajando en Nueva York. Quería «salvar el mundo».

Aprobó su último examen de acceso a la abogacía cuando ya superaba los treinta y el mismo día que salía de cuentas de su primer hijo. Fundó su propia firma legal, Denise Kingsmill & Co en 1985, aunque la vendió cinco años más tarde y se dedicó al derecho corporativo. Pero no dejó olvidada su relación con el mundo de la moda: realizó investigaciones sobre la anorexia entre las modelos desde el British Fashion Council.

Durante estos años ha llevado a cabo también una investigación gubernamental sobre el empleo femenino y la manera en que el mundo de los negocios trata a las mujeres. Su idea es que el fracaso a la hora de promocionar los cargos femeninos es un error desde el punto de vista del negocio. Kingsmill ha sido, además, abogada del tribunal supremo y es experta en derecho laboral. Y es una firme opositora del Brexit.

Desde 2006 es miembro vitalicio de la Cámara de los Lores. Fue nombrada baronesa de Holland Park, un título que otorga el Primer Ministro con autorización de la Reina, y distinguida con la Orden del Imperio Británico. La forma adecuada de dirigirse a ella como baronesa es «Lady».

Kingsmill es madre de dos hijos y abuela de cinco nietos. A sus hijos siempre les ha dicho que no importa lo que hagas antes de los treinta, pero sí todo lo que hagas después, según explicaba en una entrevista con el diario británico «The Guardian». Sin embargo, ella misma ha confesado que, cuando eran pequeños, nunca hablaba de los niños por temor a que no se tomaran en serio su compromiso profesional. «Pero me arrepiento de haber trabajado tan duro, no tengo hobbies. Trabajo y vuelvo a casa para estar con mi familia. Eso sí, me encanta pescar con mosca».