Marina Sechina, la única oligarca rusa del círculo de confianza de Vladimir Putin: así convirtió la infidelidad de su marido en su propia fortuna multimillonaria

La vida privada de Vladimir Putin sigue siendo un auténtico misterio, sobre todo, en lo que a las mujeres se refiere. Amantes escondidas en búnkeres, hijas no reconocidas , otras oficiales, pero secretas ... Con la invasión de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por parte de la comunidad internacional, el cerco se estrecha sobre el círculo de confianza del líder del Krémlin y llama mucho la atención que, entre los oligarcas rusos que financian los delirios de grandeza del presidente, solo encontramos un nombre femenino: el de la discreta, pero todopoderosa, Marina Sechina. ¿Quién es esta multimillonaria magnate rusa que ha hecho saltar las alarmas de la Unión Europea al mismo nivel que el mismísimo Roman Abramovich?

Apartada del foco mediático y de las páginas de sociedad que suelen ocupar otras primeras damas de la oligarquía afín a Putin que dedican su vida a disfrutar de los placeres y lujos propios de las grandes fortunas forjadas a golpe de relaciones con el poder y barriles de crudo, Marina Sechina es una mujer de negocios que ha construido su propio imperio más allá de la fortuna de su ex marido, Igor Sechin, actual consejero delegado de Rosneft, magnate del petróleo y amigo íntimo del presidente de Rusia. Sí, el mismo cuyo yate Crescent (con bandera de las Islas Caimán y casi 150 metros de eslora) lleva días retenido por por la Dirección General de la Marina Mercante en el puerto de Tarragona.

Y es que, si Igor Sechin (a quien se apoda Darth Vader), con quien estuvo casada en primeras nupcias, es uno de los asesores más cercanos y amigo personal del presidente desde los años 90 y ex ministro del Krémlin, Marina Sechina no se queda atrás en cuanto a influencias y millones se refiere. Tanto, que es la única mujer del círculo de oligarcas de confianza de Vladimir Putin a la que la Unión Europea ha puesto sanciones específicas como castigo por su vinculación con la guerra e invasión de Ucrania.

Según detalla el Diario Oficial de la Unión Europea, el nuevo paquete de sanciones interpuesto por el organismo comunitario a los poderes afines a Rusia atacaría directamente las arcas de Marina Sechina por «haber utilizado sus contactos con distintos agentes del Gobierno ruso y de las estructuras empresariales rusas, en particular con su exmarido, para su beneficio personal«. La multimillonaria oligarca es propietaria de LLC Stankoflot, a la que se otorgan contratos sin licitación de la Corporación Estatal para la Ayuda al Desarrollo, la Producción y la Exportación de Productos Industriales de Tecnología Avanzada (Rostec); es la jefa de FTSSR CJSC y dueña de una participación en RK-TelecomEs. Además, las empresas de su propiedad participaron en la preparación de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi de 2014 y, desde 2016, es la presidenta de la Federación Ecuestre Rusa.

Más allá de su fortuna y sus empresas, de su matrimonio fallido con el magnate del petróleo ( la dejó por la joven y espectacular Olga Rozhkova) y de su vinculación directa con el gobierno de Vladimir Putin, la vida privada de Marina Sechina es un auténtico misterio sin resolver del que es prácticamente imposible encontrar información: al parecer, nació en San Petersburgo, conoció joven a Igor Sechin y, antes de separarse, la pareja tuvo dos hijos en común, Inga e Iván. Quizá sea, precisamente, ese celo por su esfera más personal la que le haya hecho ganarse la confianza y el favor del presidente ruso.