María y Katerina, las hijas oficiales de Vladimir Putin y el secreto mejor guardado del presidente de Rusia: quiénes son, dónde se esconden durante la guerra de Ucrania y a qué se dedican

Las hijas de Vladimir Putin y su primera esposa son un misterio. Te contamos lo poco que se sabe de la vida de María y Katerina, de las que el presidente ruso se niega a hablar (aunque, en este caso, si las reconoce).

Vladimir Putin con su hija María en una de las pocas fotos que se encuentran del presidente de Rusia con miembros de su familia. / instagram

Ana Calvo
Ana Calvo

Celoso en extremo de su vida privada, la esfera más íntima de Vladimir Putin está rodeada de misterio, secretismo y polémica. Hijas no reconocidas como la influencer amanezada en Instagram Luiza Rozova ; amantes escondidas en búnkeres en Siberia como Alina Kabaeva (madre, supuestamente, de tres hijos del presidente), otras que, de la noche a la mañana, pasan de limpiadoras a millonarias y dirigen un fondo inversión de inversión en Mónaco... La única primera dama oficial de Rusia durante las más de dos décadas de mandato de Putin ha sido Lyudmila Putina, de la que se divorció en 2013 y con la que el ex agente de la KGB tuvo a sus dos únicas hijas 'oficiales': María y Katerina. Pero, ¿quiénes son? ¿Por qué casi no hay ninguna imagen de la familia ni Putin habla nunca de ellas en público?

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En 2018, la periodista de la BBC rusa Farida Rustamova (que ya había denunciado un año antes por acoso sexual a Leonid Slutsky, Jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores) se atrevió a preguntar al líder del Krémlin por sus hijas en una conferencia de prensa: «Sus viejos amigos, muchos al frente de empresas del estado, están ayudando a los negocios de estas dos mujeres [refiriéndose a sus hijas]. Podemos verlas cada vez más a menudo en televisión. Todo el mundo sabe quiénes son. Este es un secreto a voces. ¿Cuándo va a admitir que son sus hijas?». Sin embargo, el presidente volvió a dar el silencio por respuesta porque, como aseguró en una ocasión, «nunca he hablado ni voy a hablar de dónde trabajan concretamente y qué hacen, por muchos motivos, ante todo por razones de seguridad». Dicen, incluso, que las jóvenes crecieron con nombres falsos para preservar su anonimato.

Lo que sí se sabe de las hijas de Putin

Mariya Vladimirovna Putina, la hija mayor de Vladimir Putin y Lyudmila Putina nació en 1985 en Leningrado (actual San Petesburgo) y es bióloga y médica endocrina, estudios que cursó entre la Universidad Estatal de San Petersburgo y la de Moscú. Casada con el multimillonario holandés Jorrit Faassen, llevaba una opulenta vida en la ciudad de Voorschoten, pero al descubrirse su identidad tuvo que 'escapar' de los Países Bajos por la presión que recibió tras el derribo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines en espacio aéreo ucraniano (se acusó a Rusia del incidente) en 2014, donde murieron más de 200 ciudadanos holandeses. La pareja, que hasta el inicio de la guerra vivía en un lujoso bloque de apartamentos en la zona más exclusiva de Moscú, tiene dos hijos en común.

Katerina, la pequeña de las hijas oficiales de Putin, no nació en Rusia sino en Dresde, actual Alemania, en 1986 (en aquel momento, la ciudad sajona pertenecía a la República Democrática de Alemania, bajo el dominio soviético), y es una famosa bailarina acrobática y ejecutiva rusa que, sin embargo, ha hecho su carrera bajo el pseudónimo de Katerina Tíjonova. Además, es directora de una incubadora de 'startups' en Moscú y de dos iniciativas en la Universidad Estatal de Moscú: la Fundación Nacional de Desarrollo Intelectual y el Centro Nacional de la Reserva Intelectual. En 2013 se casó con el billonario Kirill Shamalov, copropietario del Rossiya Bank, aunque la pareja se divorció en 2018.

Una de las pocas declaraciones registradas de Putin sobre la vida de sus hijas las pronunció en 2013, tras su divorcio, cuando aseguró sentirse «muy orgulloso de ellas, siguen estudiando y trabajan» y, en 2015, cuando salió al paso durante su discurso anual de unos rumores que apuntaban que María y Katerina no vivían en Rusia: «Hace poco se publicó que mis hijas estudian y viven constantemente en el extranjero, ahora ya no lo escriben, ahora dicen que viven en Rusia, y es verdad, nunca han residido en el extranjero, han estudiado solo en Rusia, en universidades rusas». Además, en otra ocasión apuntó que «hablan con fluidez tres idiomas europeos, una de ellas domina también uno o dos idiomas orientales». El resto de su vida y su relación con su padre, como casi todo lo que rodea la vida privada del líder del Krémlin, es un misterio bien protegido.