La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha sido noticia en las últimas semanas por desafiar al presidente Biden, y al todopoderoso gobierno chino, viajando a Taiwán. Ningún político de ese rango visitaba la isla asiática desde 1997. Pero la oposición de Pelosi al régimen de Pekín no es nada nuevo y ya en la década de los 90 se reunía con disidentes políticos e incluso visitó la plaza de Tiananmén.
Toda su carrera política está marcada por tener una opinión propia, unos principios que no vienen dados por quién viva en la Casa Blanca. Con 82 años y más de treinta como congresista muchos se preguntaban si se volvería a presentar a unas elecciones. Despejada la incógnita, lo hará, todavía no ha desvelado si renunciará a presentarse al puesto que ahora ocupa, aunque esa decisión probablemente dependa del resultado de las elecciones de mitad de mandato que se celebran en dos semanas.
Pase lo que pase, como señala Susan Page, autora de su biografía, Pelosi «pasará a los libros de historia porque fue la primera, y hasta ahora la única, mujer en ser elegida presidente de la Cámara de Representantes. Por eso, es sin duda la mujer más poderosa de la historia de la política estadounidense».
Otra octogenaria en boca de todos es Annie Ernaux, reconocida con el Premio Nobel de Literatura 2022. La escritora francesa aseguraba, antes de recibir el reputado galardón, que su «objetivo en la vida es que mi cuerpo, mis sensaciones y mis pensamientos se conviertan en escritura, que mi existencia quede disuelta por completo en las mentes y en las vidas de los otros». Hablamos con ella sobre las mujeres maduras, la justicia social y el deber de hablar, entre otros temas.
Con Meik Wiking, fundador del Instituto de la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague, y experto en bienestar, analizamos uno de los conceptos que marcan el estilo de vida nórdico, el hygge o la felicidad de las cosas pequeñas. Para Weiking, que este fin de semana participa en el Mercedes-EQ Westlife Festival de Madrid, «la felicidad es como la salud: influyen las decisiones, pero también el entorno».
Del chocolate al tofe, el marrón se ha convertido en inesperado protagonista de la temporada. El estilo, el new casual, combina comodidad con un marcado toque de sofisticación para apropiarse de todo tipo de prendas, de abrigos a pantalones, pasando por jerséis o los accesorios. Y del color de otoño pasamos al olor, ya que las firmas de perfumes apuestan en esta época por las flores, el cuero, la mirra y la pimienta a través de notas clásicas y originales que marcan una nueva era, la de los ingredientes orgánicos y naturales.