La categoría series encantadoras tiene, de momento, dos referencias ineludibles: 'Los Durrells', la serie sobre la familia británica que se instala en Corfú antes de la Segunda Guerra Mundial, y 'Todas las criaturas grandes y pequeñas', la adaptación de una saga superventas publicada en los años 70 que vendió alrededor de 60 millones de ejemplares de sus siete novelas en todo el mundo. Su autor, James Herriot, fue durante medio siglo veterinario rural y plasmó sus inicios en la profesión en sus reconfortantes libros. Si eres fan de 'Downton Abbey' percibirás cierta familiaridad entre ambas: el director principal de 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' es Brian Percival, ganador de un Emmy a la dirección por la serie sobre los Crawley. También puedes reencontrarte aquí con Callum Woodhouse, el actor que dio vida a Leslie Durrell, en el carismático papel de Tristan, otro ligón redomado.
'Todas las criaturas grandes y pequeñas' narra el aterrizaje del recién licenciado escocés James Herriot (Nicholas Ralph) en su primer trabajo como asistente de veterinaria en una comunidad rural de Yorkshire, en los años 30. Su jefe, el extravagante Siegfried Farnon (un genial Samuel West) no le recibe con los brazos abiertos, pero pronto pasa de jefe riguroso a mentor comprensivo y, más tarde, casi familia. La serie no engaña a nadie: lo que le propone al espectador es el alivio reconfortante de la inmersión en un mundo ideal en el que se puede confiar en la bondad de los extraños. Los dilemas morales no se plantean, sino que se resuelven siempre con una certeza tranquilizadora. El corazón se enternece y los ojos brillan ante el despliegue de bondad y buenos sentimientos que son su bandera. Si no te pierdes 'Qué bello es vivir' cada Navidad, te encantará 'Todas las criaturas grandes y pequeñas'.
Además del suavizante calmante de estos cuentos rurales, 'Todas las criaturas grandes y pequeñas' cuenta con otros atractivos, no menores para los acelerados habitantes urbanos. Los paisajes naturales de Yorkshire son de un verdor apabullante y las vacas, toros, caballos, burritos, perros y gatitos que desfilan por todo el metraje parecen sacados de concursos de belleza. El diseño de producción es el sueño de cualquier Instagram vintage: la casa de Farnon, decorada al más puro estilo Arts & Crafts, las tiendas, el café o el bar se reconstruyeron gracias a archivos de fotos locales de la época, y el resultado es tan encantador como hipnotizante. La primera temporada de la serie ya está en Filmin y la segunda aterriza esta misma semana. Es el dulce navideño perfecto.