La portada de Mujerhoy del sábado 19 de noviembre. / DR

Este sábado, en Mujerhoy, sofisticada, disruptiva, íntima: simplemente belleza

Este otoño, el maquillaje es un divertido y favorecedor juego en el que siempre se gana. El colorete supermarcado, los ojos con efecto drama y labios que varían de color y textura son algunos de los elementos imprescindibles para lucir un look a la última.

A la hora de afrontar nuestro día a día la moda y la belleza siempre están ahí para hacérnoslo más fácil y que salgamos de casa sintiéndonos únicas. Este otoño podemos apostar por estilismos a la francesa, por la tendencia arty o la fantasía o por un look natural que simplemente nos permita ser nosotras mismas. Sombras, coloretes, labiales y eyeliners se combinan para crear rostros impecables, divertidos y favorecedores. Porque a pesar de los tonos que dominan la pasarela y las nubes del cielo, esta estación también puede ser divertida.

Iman, la modelo que dominó las pasarelas en los años 80 y formó una fascinante pareja junto a David Bowie una década después, quiere despertar conciencias sobre una de las grandes crisis de nuestro tiempo, la de los refugiados. Convertida en activista humanitaria, comparte la historia de su vida antes de convertirse en una supermodelo, cuando «mis padres vieron como mucha gente del anterior régimen desaparecía o era encarcelada y ejecutada. Una noche, decidieron que ya no era seguro para nosotros seguir viviendo allí», explica antes de reconocer que « fue aterrador convertirme en refugiada».

A punto de culminar la gira Enrique y Aurora, el disco con el que honra a sus padres y ha logrado su mayor éxito, Soleá Morente desmonta tópicos con ligereza honda. El secreto de la cantaora pop es, simplemente, no ser de este planeta y recurrir a la raíz: «necesitamos certezas, encontrarnos con nosotros mismos en un mundo que va demasiado rápido, en el que hay un sistema dominante que va a toda velocidad y no nos deja disfrutar de la vida. Así que recurrimos a las madres, a la raíz, al origen».

En las redes sociales hay perfiles de todo tipo, también de personas que han decidido narrar en sus cuentas los detalles de sus separaciones, suben vídeos en los que las lágrimas son un accesorio y convierten el duelo en tendencia. ¿Mostrar el desamor lo cura antes o sirve solo para hundirse un poco más? Para Ferrán Ramón-Cortés, autor de 'A 1,778 km de distancia', « compartir las emociones ayuda a procesarlas. Me hace hablar de ellas, ordenar mis ideas y empezar a mirar esas emociones cara a cara para superarlas. Al compartirlas, me doy cuenta de qué tiene sentido y qué no, y me ayuda a superar bloqueos».