Visitamos la escuela de verano de liderazgo femenino de Huawei: charlas inspiradoras, networking, IA y... un poco de yoga

«Venía con muchísimas expectativas y no solo se han cumplido, sino que se están superando. En la ceremonia de inauguración mis compañeras y yo tuvimos que aguantarnos las lágrimas. Los primeros discursos ya nos hicieron sentir que teníamos que salir y comernos el mundo», cuenta emocionada la española Cassandra Sowa Candela.

A sus 21 años, ella es una de las 29 estudiantes –una por cada estado miembro de la Unión Europea y dos más por Ucrania y los Balcanes Occidentales– que acaba de participar en la sexta edición de la Escuela de Verano de Liderazgo Femenino en la Era Digital organizada por la Academia de Liderazgo Europeo e impulsada por Huawei y que este año se ha celebrado en Varsovia.

Sowa, que hizo un grado medio de informática y después un grado superior de desarrollo de aplicaciones multiplataforma además un máster en big data e inteligencia artificial, está estudiando Ingeniería Informática. «En un futuro me gustaría hacer un máster de ciberseguridad», explica sobre el sector profesional que más le intriga, aunque está abierta a explorar otras disciplinas o carreras profesionales. Esta semana también sirve para eso.

Aunque el programa tiene una vocación claramente tecnológica, las estudiantes, que reciben una beca completa para asistir a la escuela de verano, proceden de disciplinas tan diversas como la ingeniería, la medicina, las humanidades, el derecho o las ciencias sociales.

Aunque en el proceso de selección el jurado tiene en cuenta su expediente académico, además de otros logros e intereses, las candidatas tienen terminantemente prohibido enviar su currículum. En su lugar, escriben una carta. O graban un vídeo, como hizo Cassandra Sowa. «Conté que soy una persona aventurera, que tengo muchas ganas de aprender y ver mundo y que he vivido algunas situaciones de discriminación en el aula», explica la estudiante sobre un profesor que animó a sus alumnas a hacer ganchillo en lugar de dedicarse a una disciplina técnica.

«Yo no quiero que una chica que venga de la Universidad de Castilla-La Mancha tenga menos posibilidades que una que haya estudiado en Oxford o Harvard. Si tienes buenas ideas, si estás motivada, si quieres cambiar el mundo con tu trabajo, debes poder hacerlo. Y el mundo de la tecnología ofrece ese tipo de oportunidades», explica la española Berta Herrero, directora de la Academia Europea de Liderazgo y Responsable de Diversidad, Equidad e Inclusión de Huawei Europa.

La historia personal de la propia Herrero es una de esas que sirve de inspiración para las estudiantes de la escuela. Nació en Candela, un pequeño pueblo de Ávila, aunque la familia se trasladó a Lanzarote cuando ella tenía siete años. «Siempre digo que si mi futuro hubiese estado escrito, no estaría aquí. Lo más normal hubiera sido que trabajara en un hotel o en un supermercado, que por supuesto son trabajos muy dignos. Vengo de una familia muy humilde: mis tías y mis abuelas se fueron a Madrid a servir. Y lo digo con muchísimo orgullo porque las lecciones de vida que me han dado no se pagan con dinero», explica Herrero.

Inspirada para viajar y explorar otros lugares más allá de la isla por su pasión por Harry Potter y su admiración por J.K. Rowling −«siempre será mi referente»− estudió Periodismo, ejerció en lugares tan remotos e inaccesibles como Corea del Norte, se pagó un programa de liderazgo en Harvard con su sueldo de becaria y después de una carrera corta, pero intensa puso su vista de nuevo en Europa. «Mi pasión siempre ha sido la Unión Europea», reconoce. Por eso, ha vivido en ciudades como Amsterdam, Berlín o Bruselas, donde reside ahora, y antes de llegar a Huawei trabajó en el Parlamento Europeo.

Durante los cinco días que dura el programa que dirige, las estudiantes reparten su tiempo entre la sede de la escuela, situada en un bonito edificio histórico del siglo XIX situado en el corazón de Varsovia y donde se desarrollan tanto las masterclasses como las sesiones de trabajo en equipo, y las visitas culturales, las cenas y eventos de networking o las clases de yoga.

Con un plantel de speakers de primera línea, entre los que se encuentran expertas en tecnología, pero también ejecutivas o responsables políticas, la agenda es tan intensa como variada y combina las clases prácticas, para aprender desde código hasta técnicas de oratoria, a sesiones inspiracionales sobre liderazgo o empoderamiento. Pero también paneles sobre temas tan actuales como el debate ético en torno a la inteligencia artificial o la privacidad o los desafíos que representan la ciberseguridad o la sostenibilidad.

Uno de los puntos fuertes del programa, que ha recibido más de 12.000 solicitudes en sus seis ediciones, es la impresionante red de networking que las estudiantes tejen entre ellas a lo largo de la semana. Y que va mucho más allá de las amistades para toda la vida.

«La idea es que si una de ellas está trabajando en una start-up que necesita un determinado perfil, pueda contárselo al resto de la comunidad y quizá haya alguien que encaje. O que compartan los cursos a los que asisten o las actividades que les interesan», explica Herrero sobre una comunidad online cerrada que incluye no solo a las estudiantes de cada edición, sino también a los mentores y speakers del programa.

A veces, como explica Cassandra Sowa, esa red también es el impulso motivacional que necesitan para empezar a comerse el mundo. «Poder conocer a chicas de mi edad tan brillantes como mis compañeras me resulta súper inspirador. Yo nunca me he visto a mí misma como una líder, pero supongo que, a veces, no hay que buscarlo y es la gente que te rodea quienes quieren que les lideres».