Por qué Zara no se casa con la Inteligencia Artificial: la campaña de selfies que convierte a las modelos en influencers

El gigante de Inditex vuelve a sorprender con una estrategia de marketing que, paradójicamente, destaca por su originalidad. Cuando la Inteligencia Artificial parce ir ganando cada vez más terreno en la vida cotidiana, Zara apuesta por dar un giro hacia lo clásico y convierte a sus modelos en influencers en una campaña que sustituye las fotos profesionales por selfies en el espejo.

Lejos de recurrir a la tecnología para conseguir un resultado innovador, Zara escoge lo natural y lo cotidiano. La típica foto espejo en el ascensor a la que tan acostumbradas estamos es ahora el escaparate escogido por la firma para mostrar sus prendas. No hay robots ni diseños imposibles calculados al milímetro. Lo que nos encontramos es una modelo que nos enseña las prendas de la nueva colección de Zara como podríamos ver en cualquier perfil de Instagram o, incluso, como nos lo enseñaría nuestra amiga.

Esta iniciativa vuelve a demostrar su compromiso con la naturalidad y el empoderamiento de todas las mujeres. Lejos de decantarse por la perfección que consigue la tecnología, ha querido optar por fotos mucho más sencillas de lo que estamos acostumbradas a ver en la web de la marca, pero a la vez mucho más cercana y realista.

En un momento en el que cada vez parece más obvio que lo artificial le va comiendo el terreno a lo cotidiano, iniciativas como las de Zara sorprenden (y mucho). Pero no es la primera vez que la firma gallega hace algo así. Ya en el confinamiento las modelos de Zara se tomaron sus propias fotos en casa de la colección de primavera que coincidió con el encierro por la pandemia. Y el resultado no dejó indiferente a nadie.

Esta vez, van un paso más allá y dejan de lado toda creatividad, por muy casera que fuera. Lo que nos ofrecen son fotos de lo más sencillas pero con más información de la que pensamos. Gracias a estos selfies que se asemejan tanto a los que podríamos hacernos nosotras mismas podemos apreciar con mucho mejor cómo quedan las prendas.

Atrás quedan las poses imposibles y las imágenes llenas de glamour, lujo y fantasía de otras ocasiones. Ahora, en su lugar, nos encontramos fotos que, si bien siguen buscando el ángulo ideal para que la modelo salga favorecida, nos ayudan a ver con más claridad los puntos fuertes y flojos de las prendas en situaciones mucho más cercanas a nuestra propia realidad. Y solo han necesitado de un móvil y un espejo para sacarlas adelante.

El pasado agosto Zara presentaba su línea 'Thirteen Pieces' con la actriz Ángela Molina, de 67 años, como imagen de campaña. En ella presumía de canas y de años, demostrando una vez más que la diversidad, en todas las vertientes posibles, es la gran apuesta del buque insignia de Inditex.

Si bien esta no fue la primera vez que Zara quiso abogar por modelos de más de 50 años, la elección de Ángela Molina como protagonista de esta colección fue una gran sorpresa para el público. También lo fue cuando en 2021 eligió a Marie Sophie Wilson como modelo de su colección de otoño-invierno, o cuando ha hecho todo lo contrario y ha presentado imágenes d ignas de las firmas de lujo más exclusivas.

Si algo nos ha demostrado a lo largo de su trayectoria es que las campañas de Zara no nacen por casualidad, sino que tienen una intencionalidad bien marcada con un mensaje muy claro que transmitir. Esta vez, suma a su lista de compromisos éticos y estético la sencillez de un selfie frente a las complicaciones y perfecciones forzadas de la Inteligencia Artificial. Una elección que, desde luego, ha vuelto a poner todos los focos sobre la marca y que, desde lo común que puede resultar, llama poderosamente la atención.