Nadie espera que escojas una espinaca en lugar de turrón en la cena o que prefieras un batido de verduras a una copa de champán para brindar la Nochevieja, pero afortunadamente puedes irte de fiesta sin sabotear completamente tus planes. La clave es ser flexible y mantener algunos tips para no perder del todo la cabeza en las fiestas.
Lleva una agenda de festejos. Sí, tal como suena. Planifica por adelantado las cenas y fiestas que te esperan y decide en cuáles te vasa a permitir algunas libertades y licencias dietéticas.
Adapta tus expectativas. Acepta que no podrás ir al gimnasio cada día y sé realista. Ya llegará enero y podrás recuperar el ritmo.
Vete a casa pronto. No seas el último en irte de la fiesta e intenta dormir bien. Te sorprenderá lo que te puede ayudar una noche de descanso a mantener tus rutinas saludables.
Sírvete y aléjate del bufet. Los seres humanos están diseñados para comer cuanto esté disponible. Así que acércate a la mesa, sírvete muchas verduras, proteínas y disfruta de tu comida … en otra habitación donde no haya manjares a la vista.
Date un descanso. Si tienes cero tiempo para entrenar, no sufras. Perder una clase de entrenamiento no va a cambiar tu cuerpo.
Sube todas las escaleras que puedas. Durante las fiestas olvídate del ascensor.
Come con agua. Renuncia por una semana al vino, eso representa entre 500 y 1000 calorías menos.