La fritanga y los hidratos de carbono no son la mejor opción para guardar la línea. / wildfox

belleza

Dieta del chiringuito: cómo adelgazar comiendo en vacaciones

La clave para no engordar en vacaciones está en el equilibrio y en comer con cabeza: si te pasas con algún plato, compensas con otro bocado menos calórico. Te damos unos tips para que no tengas que renunciar a comer fuera este verano

No lo vamos a negar: comer con los dedillos en la arena es uno de los grandes placeres de la vida. Y si encima hace calor y nos ponen una cañita bien tirada y helada, helada… Pues qué más vamos a contar, ¡es el paraíso! Claro que, entre chopito y chopito, mojar pan en el aceite de las gambas al ajillo y darle a un par de mojitos al caer la tarde, a poco que nos descuidemos nos venimos de las vacaciones con una lorza expansiva a modo de souvenir. ¿Cómo disfrutar del verano cómo se merece sin luego sufrir un susto considerable al intentar abrocharnos los vaqueros al volver? Que milagros no hay, pero alguna estrategia que otra se nos han ocurrido…

En verano hace calor. Y tenemos más sed. Y a veces, se confunde la sed con el hambre, y creemos que queremos comer en vez de beber. ¿Solución? Antes de lanzarse sobre los aperitivos como si nunca más fuéramos a volver a comer, nada como beber un vaso bien grande de agua. Y si son dos, no pasa nada. Nos quitará la ansiedad, reducirá el apetito y nos permitirá controlarnos mejor.

Los encurtidos son buenos amigos. Además, al tener un sabor fuerte, nos hacen sentir mayor saciedad. Pepinillos, berenjenas y aceitunas son un snack fantástico y nutricionalmente muy adecuado.

La moderación es la clave, nos explica el Dr. Leo Cerrud. Por eso, propone que, en caso de pedir Fritanga & Co., compartamos plato entre varios para así probar el manjar sin abusar.

¡Que viva el espeto! No hay mejor forma de disfrutar el pescado. Más aún si es rico en pmegas, como la sardina. Aunque no olvidemos el pescado a la parrilla o a la sal ¡No se puede ser más sano! Sobre todo, si no lo cubrimos de salsa tártara o de ali oli, claro.

Lukas budimaier

Otras buenas opciones: pulpo a la brasa o a la gallega, salpicón de marisco, boquerones en vinagre (y sí, si se toma con patatas fritas ya no cuenta como plato ligero)

Laura Parada, nutricionista de SloLife House, recuerda algunos datos a la hora de beber. “El vino y el cava secos o brut tienen menos calorías que los semidulces, y cuando se trata de vino tinto, cuanto más joven, más ligero”. Y ya sabes: una clara con gaseosa sin azúcar engorda la mitad, al igual que un tinto de verano.

Entre un gazpacho y un plato con un tomate, un pepino y medio pimiento, quédate con lo segundo. Resulta mucho más saciante y apenas tiene calorías.

Si quieres compensar un día en el que has comido de más, el doctor Cerrud propone una lactocena en casa: yogur natural, o un par de trozos de queso o un vaso de leche desnatada. ¿La idea te pone los pelos como escarpias porque no te gusta la leche? Quizás te atraiga más la proteicena con fiambre no embuchado. Es decir: jamón serrano, lomo, cecina, jamón de york o pavo natural.

Siempre es más fácil ser moderado cuando de primer plato se toma una buena ración de verdura: una ensalada de tomate, pimientos asados, champiñones a la plancha, una ensalada mixta… Eso sí, conviene pedir el aliño aparte para evitar que venga con las hojas de lechuga nadando a braza en un mar de aceite.

Y además

- Seis consejos quemagrasa para mantenerte en forma este verano

- Los 30 alimentos perfectos para el verano

- Cómo posan las famosas en verano apra verse perfectas

Temas

Dietas, Verano