El ajetreo y el estrés con los que habitualmente afrontamos nuestro día a día, las comidas fuera de casa, los productos precocinados, comer deprisa, no hidratarnos lo suficiente... Todo esto puede impedir que consigamos llevar una alimentación adecuada y a la larga que podamos tener un buen estado de salud o incluso podría perjudicar nuestro propio aspecto.

Y es que al igual que existen alimentos que nos ayudan a combatir el envejecimiento o con propiedades beneficiosas que no siempre sabemos aprovechar, también hay muchos errores en nuestra alimentación que es importante que rectifiquemos. Te hablamos de algunos de los 10 errores más comunes ¡Toma nota!

1. No desayunar:

Esto es algo más común de lo que pensamos, ya que existe la 'falsa' creencia de que de esta manera podremos perder peso más rápidamente. Algo que, sin duda, debemos cambiar ya que esta es una de las comidas más importantes y la que nos aportará la energía necesaria para afrontar el resto del día.

2. Picar entre horas:

Saltarnos los horarios de nuestro sistema digestivo humano y hacer esto de manera habitual puede perjudicar y mucho a nuestra salud. Ya que de esta manera, estaríamos desregulando constantemente el reloj natural de nuestro organismo.

3. Comida rápida:

Una alimentación adecuada debe ser baja en sal (hasta 6 gramos al día), algo en lo que la comida rápida no respeta superando el máximo de sal aconsejado al día. También tiende a superar el nivel de calorías permitidas y a favorecer la obesidad, la diabetes y la hipertensión.

La comida rápida tiende a superar el nivel de calorías permitidas y a favorecer la obesidad, la diabetes y la hipertensión. / getty.

4. No comer fruta y verdura:

Lo aconsejable es comer unas dos o tres piezas de fruta al día, así como dos raciones de verdura. Esto nos aportará las vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita para funcionar adecuadamente y mantenerse sano.

Lo aconsejable es comer unas dos o tres piezas de fruta al día y unas dos raciones de verdura. / getty.

5. No debemos dejarnos llevar por nuestro ánimo:

Cuántas veces nos ha pasado eso de sentirnos tristes o desilusionados y no querer comer porque sentimos nuestro estómago cerrado. O todo lo contrario. De hecho hay muchas personas que este tipo de mal estar les produce ansiedad, generándoles aún más ganas de comer descontroladamente. Ambos casos son perjudiciales para nuestra dieta y debemos intentar controlarlos en la medida de lo posible.

6. No hidratarnos lo suficiente:

Hidratarnos adecuadamente es algo más importante de lo que puede parecernos y un asunto muy serio para nuestro organismo. De hecho es necesaria tanto para lubricar nuestras articulaciones y huesos, como para regular nuestra temperatura corporal, alimentar el cerebro y nuestra médula espinal, entre muchas otras cosas. No beber lo suficiente puede llegar a causarnos alteraciones en el estado de ánimo o incluso una caída en la presión arterial.

No beber lo suficiente puede llegar a causarnos alteraciones en el estado de ánimo o incluso una caída en la presión arterial. / Getty.

7. Comer más de lo que necesita nuestro estómago:

Este es uno de los problemas alimentarios más extendidos en nuestra sociedad. De hecho, muchas veces no somos conscientes de esto e ignoramos los síntomas de pesadez o incluso de somnolencia que nos puede llegar a producir.

Beber un vaso de agua antes de comer puede ayudarnos a no confundir la sed con el hambre y a no pasarnos con la comida; pero siempre es recomendable consultarlo a nuestro médico o nutricionista para que nos aconseje las cantidades más recomendables para nuestro tipo de organismo.

8. Improvisar las comidas:

Este es otro de los errores más frecuentes sobre todo porque es lo que nos suele inducir a comprar comida precocinada, bollería industrial... Todo tipo de alimentos con altas dosis de grasas saturadas que pueden llegar a generarnos problemas importantes de salud.

9. Abusar de los refrescos:

El error es intentar saciar la sed con este tipo de bebidas. Es mucho más recomendable optar por beber agua (lo recomendable son dos litros al día). Sin duda un opción mucho más recomendable para refrescarnos de forma saludable

10. Creer que los suplementos pueden compensar una mala alimentación:

Tenemos que tener claro que ninguna pastilla puede suplir una dieta saludable. Los suplementos solo son útiles cuando se necesitan y tomarlos al tun tun no aporta ningún tipo de beneficio adicional, sino que puede llegar a perjudicar nuestro bolsillo y además puede llegar a tener efectos no deseados en nuestro organismo.

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