Estrategias para evitar y combatir la resaca navideña

Si nos levantamos más hinchados que el pavo de la cena, si la cintura ha ganado en diámetro y notamos que el vaquero nos aprieta, es tiempo de darnos una pausa entre comilona y comilona. Estos alimentos, infusiones y prácticas dietéticas ayudan al organismo , y especialmente al pobre sistema digestivo y al sobrecargado hígado, a limpiarse y hacer un detox natural.

- En los dos días tras una comida o cena demasiado copiosa, renuncia a los hidratos de carbono de absorción rápida. Es decir: al pan, la pasta, el arroz blanco y el azúcar. Es una forma segura de drenar el organismo y evitar la retención de líquidos, ya que estos alimentos “absorben” el agua y nos hinchan.

- No a las burbujas: abandonar las bebidas carbonatadas es también una buena idea para darle una pausa a nuestro sobrecargado sistema digestivo.

- Una de las estrategias más eficaces para proporcionar un descanso al sistema digestivo es darle, literalmente, una pausa y permitir que se regenere con tranquilidad. ¿Lo más fácil y eficaz? Dejar pasar 12 horas –como mínimo–  entre la cena y el desayuno.

Y si son más horas, mejor que mejor, hasta llegar a un máximo de 16, que sería el tiempo idóneo. Este tiempo sin alimento le da al organismo el plazo que necesita para finalizar todos sus procesos depurativos y realizar una limpieza como es debido, ¡incluida la retirada de deshechos, las famosas toxinas!

Este tipo de ayuno intermitente ha demostrado además aumentar la producción de la hormona del crecimiento, que los adultos producimos solo por la noche, e imprescindible para controlar el peso. Otra ventaja adicional del ayuno intermitente es que mejora los mecanismos de regulación de la insulina y, de esta forma, aleja el riesgo de diabetes tipo 2 y ayuda a impedir la acumulación de grasa.

El ayuno intermitente no significa que no se puedan tomar líquidos al despertar, todo lo contrario. De hecho, tomar un zumo de limón en ayunas es también muy recomendable.

- Las crucíferas, superestrellas de la alimentación détox. Coles, repollo, brócoli… pertenecen a la familia de las crucíferas, auténticos superalimentos cargados de nutrientes, antioxidantes, muy bajos en calorías y de gran poder detox, ya que ayuda al hígado a cumplir su función.

- ¡Que vivan los probióticos! Cada vez son más los datos que muestran la importancia de mantener la salud de la flora intestinal, y los excesos alimenticios propios de la Navidad, con sus dulces, alcohol y carbohidratos refinados son veneno puro para nuestras bacterias digestivas. Para compensar, nada como introducir alimentos fermentados en la dieta, es decir, comida en la que se ha permitido que se desarrollen levaduras, moho o bacterias. Queso, yogur, kéfir, pepinillos encurtidos, chucrut, kimchi coreano, la caballa, o el té kombucha, tan de moda. Pero… ¡ ojo con los fermentados comerciales! A menudo están cargados de azúcar que destruyen sus beneficios digestivos. En las farmacias se encuentran suplementos pre y probióticos que son una buena opción para cuidar las bacterias 'buenas' del intestino.

- Beber al menos dos litros de líquido al día es siempre buena idea, y más cuando el cuerpo necesita toda la ayuda que le podamos prestar para limpiarse por dentro. Una buena opción son las infusiones de hinojo, que mejora las funciones digestivas, así como de boldo o de cardo mariano, que tienen propiedades hepatoprotectoras.

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