Manual de uso de una diva de verano

El verano te ha pillado por sorpresa y no quieres que te vuelva a pasar lo del año pasado: que la ola de calor te convirtió en una especie de monstruo sudoroso de brillos perpetuos y pelo pegado. Pues de eso nada. Busca a la diva que llevas dentro y enséñale los mejores trucos para superar el estío con nota.

¿No crees que una diva como tú se merece un tocador? En realidad no deberías maquillarte ni aplicarte la crema en el baño ni en verano ni en ningún momento del año. O lo limpias escrupulosamente todos los días o se convierte en el lugar que más bacterias y gérmenes acumula de toda tu casa. La humedad que genera la ducha suele estar cargada de patógenos y microorganismos y además, en verano el calor lo empeora todo.

El nivel de humedad ambiental tras la ducha va a hacer imposible que la hidratante penetre. Hasta el sérum va a resbalar por tu piel si contiene un exceso de agua. A no ser que busques uno con textura gelificada ligeramente más densa de lo normal, como Elixir Lift de Payot, o una esencia de textura acuosa que se funda inmediatamente con tu piel, como la Loción Perlada Energie de Vie de Lancôme. Aunque lo mejor es que te hagas con un espejo que puedas llevarte a todas partes y procures aplicarte las cremas siempre en un lugar seco y bien iluminado por la luz del día.

No solo porque sean más fáciles de llevar a todas partes. La razón es que tu bolso también sufre los rigores del verano y en su interior se alcanzan temperaturas de vértigo. Cuanto menos tiempo pasen tu cosméticos en su interior, mejor. Y los productos en tamaños XS se consumen antes, con lo que no da tiempo a que se estropeen.

El no make up sigue siendo tendencia. Pero eso no significa salir a la calle con la cara lavada. Para evitar que el calor derrita un rostro perfecto, apuesta por texturas minerales en polvo. Y aplícalas capa sobre capa. Eso quiere decir que sobre tu base en polvo es mejor que utilices también un bronzer y un colorete en la misma textura y en ese orden. Y retoca con lo mismo cuando quieras. No te des por encima un maquillaje en crema o corres el riesgo de que lo que has hecho acabe en barro.

Con el maquillaje al mínimo también conviven otras tendencias. Como esos colores tan atrevidos que te apetece comprar pero que luego no resulta fácil llevar. Para no acabar disfrazada de los 80, el truco está en resaltar un solo elemento.

Llévalas largas, voluminosas, densas y definidas. Pero, sobre todo, mantenlas bajo control. Lo conseguirás con una máscara waterproof, por supuesto. O con una herramienta esencial que no sabemos por qué no se le había ocurrido antes a nadie: Double FixMascara de Clarins, un top coat para pestañas y cejas totalmente transparente que fija, impermeabiliza y protege todo lo que te apliques debajo.

Las altas temperaturas no solo derriten el maquillaje de tu rostro, también se llevan fatal con tus cremas. El calor y la humedad tienen efectos negativos sobre tus cosméticos que se notan en su textura. Lo bueno es que puedes arreglarlo: basta con que los agites y los metas unas horas en el frigorífico. O puedes dejarlos pero, eso sí, bien cerrados.