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belleza
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Pat McGrath abrió la veda la temporada pasada con sus labios de purpurina roja. Esta temporada se multiplica su impacto
En ojos. Es la vía fácil, pero requiere un toque de color para funcionar. Y un contraste en la sonrisa, como plantea Etienne Aigner. /
Son las propuestas más creativas. Una apuesta nada fácil que crea efectos originales que, esta vez, tienes que probar.
Puntos. Aparecen en el rostro como tatuajes en Issey Miyake y como expresión de libertad en Olympia Le Tan. /
Todas sus declinaciones van a acabar sobre los párpados en esta primavera: del coral al fucsia, sin olvidarnos del baby pink o el power berry.
Delicado. Rosas empolvados y melocotones despiertan las miradas más sutiles y duplican tonalidad en los labios. /
Es un claro recordatorio de en que otros tiempos (los años 80 de Studio 54 o los 60 de Edie Sedgwick) sí sabían de refinamiento.
El acento en los labios. Rojo aterciopelado, un rostro luminoso, el pelo tirante y pendientes en cascada. No se necesita más para seducir. /
El technicolor es patente sobre todo en labios, con efectos especiales que los destacan y voluminizan.
El negro intensifica los ojos y les da perspectiva y notoriedad.
Rockera. Profusión de oscuridad y poca definición en el difuminado. Manda el tightline hecho con lapicero con aspecto de haberte dormido sobre el eyeliner, como en Baja East o Coach. /
Es la versión del rojo que impera esta primavera, uno con pigmentos magenta con declinaciones en distintos acabados.
Mate. Tanto en Kenzo como en Trussari y en Mary Katrantzou, se rellena el labio a la perfección, con delineado claro y un pigmento vehemente. /
La estrella indiscutible de la temporada: los párpados lacados con un acabado wet que los destaca más allá de lo imaginable.
Color. Un toque de gloss sobre sombras de colores energéticos, como el naranja, o el verde, consigue reavivar la mirada. Sobre negro o granate la intensifica. /
Gritan verano con su poder sobresaliente y se erigen en punto de referencia de unos rostros naturales y sin artificios. Pero hay dos formas de destacarlos.
Bronzer power. Tierras y cobrizos dibujan la estructura del rostro en Balmain, Elie Saab y House of Holland con la misma precisión de una caricia del sol y con un extra de luz. /
El strobing no pierde fuerza y el iluminador se convierte en el arma de cabecera. Así se juega con al luz esta temporada.
Acabado suave. Los rasgos se aniñan y redondean con toques de luz filtrada y matificada en la frente y el puente de la nariz, como sucede en Etro y en Bottega Veneta. /
Es imposible imaginar un verano sin cabello mojado. Solo que esta vez resulta tan fascinante como una melena mecida por la brisa.
Largo. Alexander Wang lo visualiza a medio secar, pero Altuzarra lo disciplina con gel y añade un punto de sofisticación con unos pendientes extragrandes. /
Tras muchas más temporadas de las que parecía posible, no renuncia a su protagonismo en las pasarelas.
Mini bohemia. Es un accesorio ligero, que destaca a ambos lados del rostro en melenas largas, como propone Cavalli. /