Una mirada irresistible

La zona problemática alrededor de tus ojos es la primera en confirmar que no has dormido suficiente o que algo te preocupa. Y cuando el cansancio invade la mirada, la piel del contorno se deshidrata, pierde volumen, se arruga y oscurece.

En ese caso, tienes dos soluciones: un bálsamo de L´Occitane que puedes aplicar como una mascarilla (una capa generosa, 10 min. de relax y listo) o una crema en textura gel de Clarins, con tecnología Cell Targeting System y un aplicador de metal frío. Acaba con un toque de corrector.

No necesitas un juego de ahumados para resaltar la mirada. Con un lápiz es suficiente. Lo importante es saber dónde aplicarlo. Las palabras mágicas son línea del agua. En realidad tienes dos: son los márgenes de tus párpados inferior y superior que están en contacto con el interior del ojo. Si los delineas en negro, consigues una profundidad en la mirada de lo más seductora. Pero ten en cuenta que intensificas y destacas, pero también reduces visualmente el tamaño del ojo. ¿Quieres saber cómo se hace?

La inferior es sencilla: presionas con el índice bajo el ojo hacia la mejilla y la separas ligeramente para pasar el eyeliner (mejor en lapicero y con textura gel). Si la prefieres sutil, no llegues hasta el borde de las pestañas, mancha solo la zona más blanquecina. Si la quieres setentera, salte un poco y delinea también entre las pestañas por debajo. Eso sí, ten en cuenta que tiende a desbordarse y dar esa sensación de maquillaje imperfecto tan parisino.

La superior tiene su truco: tienes que levantar con un dedo de la mano izquierda el párpado mientras pasas la mina por la línea del agua. Si la sensación no te resulta desagradable, llega de un lado al otro. Si te da grima, lo importante es oscurecer la mitad exterior.