belleza
belleza
En todas sus posibilidades, acabados y versiones, el vino es, sin lugar a dudas, el color de moda. Lo hemos visto en pasarelas, fiestas, alfombras rojas y salidas casuales de famosas.
Y ahora es tu turno. ¿Lo mejor de todo? Que es uno de los colores más fáciles de llevar, porque favorece a todos los tonos de piel. ¿El único problema? Que lleves demasiado lejos tu momento gótico y acabes pareciendo la novia de Frankenstein versión Elsa Lanchester (búscala en Pinterest, también te encantarán sus cejas).
Para pieles muy pálidas: Barra de labios de la colección Gigi Hadid para Maybelline (C.P.V.). /
Tienes que tener cuidado, porque si escoges una barra muy oscura acabarás con un look cadavérico y Halloween ya ha pasado. Te van bien los vinos terrosos, con toques de rosa.
Los subtonos rosados de tu piel admiten muy bien las texturas mate y los burdeos con mucho pigmento rojo. Hablamos del granate de toda la vida. Pero ten cuidado de que no vire hacia el marrón.
Para sacar la calidez natural de tu rostro, busca un labial con base fría (o lo que es lo mismo, que contenga bastante pigmento violeta) y que tienda al ciruela. Y mejor si optas por una versión cremosa y satinada en lugar de una mate.
Destierra la idea de que los oscuros te van a quedar mal. Al revés, un berenjena profundo va a destacar sobre tu piel tanto como un rojo, pero con un toque más elegante y misterioso.
Al moreno con toques dorados de una piel besada por el sol (o por los polvos bronzer) le va de maravilla un vino con base de cereza oscurecida. Date primero una capa para ver si te gusta el resultado. Sella con un pañuelo de papel apretado entre los labios y date dramatismo al look con una segunda pasada labial.