belleza
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Todas las ideas que necesitas para refrescar tu neceser de maquillaje parten de un solo lugar: el backstage de las grandes pasarelas. Allí los creadores de los looks más vanguardistas establecen todo lo que tus influencers y youtubers favoritas van a copiar durante el resto del año. Así que vamos a echar un vistazo a las ocho tendencias que tienes que copiar para estara la última.
Por una sobriedad aniñada y sin aristas que es todo poesía apostaron Tom Pecheux en Philosophy y Sam Bryant en Simone Rocha.
Rostro dulcificado. Bajo unas cejas definidas, y sobre el párpado móvil, sopla una nube ligera de sombras neutras.
Luz interior. Se consigue con una base ultraluminosa y el contrapunto de unos labios con la naturalidad elevada por un bálsamo sublimador del tono.
Los ojos se dibujan, ya sea con un solo trazo o con varios en paralelo, con la clara intención de alargarlos hasta el infinito. La diferencia es que esta temporada el rojo manda.
Por capas. El guinda se sobrepone a un eyeliner de inspiración caligráfica trazado en negro tinta.
Rojo gatuno. El look años 60 reinventado en technicolor consigue un efecto pop, a la altura de los gustos de hoy.
Es un paso más allá de la mera iluminación. Un subterfugio teatral que aprovecha los ángulos del rostro para jugar con una luz argentina que abre la mirada.
Exceso en equilibrio. Lagrimales y arco de cupido en plata destacan en el desfile de la firma de Chiara Boni.
El foco en la mirada. Mucho más sutil en Fendi, el detalle plateado se posa en las esquinas interiores del ojo.
Cualquier tiempo pasado parece mejor en clave de reinvención. Ya sean los fascinantes años 40, que inspiran al hongkonés Chocheng, o el mayo del 68, que propone Katie Gallagher.
Delicado. Líneas claras, infinitas y nada difusas en la mirada y unos labios jugosos.
Potente. Una feminidad de ojos desbordados sobre las mejillas y sonrisa mordida.
Es el look de belleza más potente de la pasarela de otoño: un eyeliner que abre la mirada como un relámpago, coronado por cristales de strass.
En azul. Creado por Pat McGrath, parece inspirado en el David Bowie de Aladdin Sane en versión monocromática.
En magenta. De frente se observa cómo el juego de vértices abre la mirada.
La mirada se declina en un negro profundo y rockero, pero también con reminiscencias de esas eternas mujeres parisinas.
El smoky perfecto. Es obra de Pat McGrath, que parece reflejarse a sí misma en el look de Tom Ford (la maquilladora lleva siempre esas bandas en el pelo).
Negro bajo control. Tom Pecheux, probablemente creador también del look que su amiga Carine Roitfeld ha hecho icónico, reinvindica en Max Mara el poder de la intensidad con una sombra banana sin difuminar.
Otra reivindicación de los años 60, que recuerda a Julie Christie en Doctor Zhivago o a Barbra Streisand en Funny Girl.
Definidas. Elongadas más allá de lo posible, la mirada se amplía con postizas. El mismo efecto (pero menor longitud) se logra con un cepillo cónico y una fórmula ultraligera.
Con volumen. La clave está en un rizado de precisión que levanta las pestañas superiores por encima de un párpado en tonos pastel.
En acabado semimate, subtonalidades frías y con un delineado que recuerda los tiempos de Marilyn Monroe, el rouge sigue reinando en los labios como protagonista absoluto.
¡Viva el volumen! Se consigue con ese toque de luz sobre el arco de Cupido.
Refinamiento sumo. Un look de cejas sobresalientes y labios en rojo sublime que parece surgir de una fotografía de Helmut Newton.
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