Trucos de maquillaje de Marilyn Monroe, Grace Kelly o Elizabeth Taylor que siguen funcionando a la perfección

Vivimos un tiempo en el que la tecnología, en plena explosión digital, nos ofrece aplicaciones cosméticas impensables hace un par de décadas. Es comprensible que nos seduzcan, sobre todo, estos saltos hacia adelante fascinantes y llenos de nuevas posibilidades. Sin embargo, en nuestro día a día, enfrentadas ante el espejo con la única ayuda de nuestro neceser de maquillaje , lo que nos resuelve la vida son los trucos de toda la vida, algunos a punto de cumplir un siglo de vida, utilizados por primera vez por las estrellas de Hollywood y desde allí extendidos a toda la población femenina. Pongamos por caso el deseo de casi todas de engrosar nuestros labios. Está claro que podemos recurrir a los modernos 'fillers', pero si no estamos dispuestas a los pinchazos, lo que sí tenemos a mano es el truco que utilizaba Marilyn Monroe (que, por cierto, se adelantó a su tiempo con su postura antirracista) .: Pedía a sus maquilladoras que recurrieran a cinco tonos distintos de labial y gloss para conseguir crear un efecto dimensional que los hiciera parecer más gruesos. Los colores más oscuros iban en las comisuras, e iban aclarándose conforme llegaban al centro. Lo mismo que seguimos haciendo hoy.

Incluso una belleza absolutamente clásica y perfecta como Grace Kelly tenía sus trucos de cabecera para destacar los rasgos que más le interesaba subrayar. El que ha resistido absolutamente el paso del tiempo es su estrategia para esculpir aún más sus pómulos, un 'countouring' que se adelantó al que inventara Kim Kardashian. Grace Kelly utilizaba dos tonos de colorete para definir sus pómulos: un tono claro para el pómulo propiamente dicho y oro algo más oscuro que aplicaba justo por debajo, para crear sombra y profundidad.

La impresionante Elizabeth Taylor fue una auténtica experta en cosmética, y de hecho lució los maquillajes más espectaculares de su época, entre ellos los que llevó para interpretar a Cleopatra. La estrella de los ojos azules compartió con Marilyn Monroe y muchas otras estrellas del cine clásico la costumbre de afeitar completamente su cara para eliminar totalmente el vello, incluso el invisible, y, sobre todo, conseguir una exfoliación profunda. Al desnudar completamente la piel, lograban ese efecto deslumbrante que lucían todos sus maquillajes.