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Estos son los errores más comunes al aplicar iluminador y cómo arreglarlos

Este producto de maquillaje tiene el poder de crear un efecto rejuvenecedor y buena cara al instante si sabes cómo utilizarlo

Street Style Paris / LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

Sandra Cárcel
Sandra Cárcel

El iluminador se ha convertido en uno de mis imprescindibles del maquillaje para lograr un rostro radiante y esculpido. Aplicado correctamente, resalta puntos clave como los pómulos, el arco de cupido y el puente de la nariz, aportando un brillo natural y favorecedor. Sin embargo, es fácil cometer errores que pueden hacer que la piel luzca grasa, exagerada o con una textura poco uniforme.

Si sientes que tu iluminador no luce como esperabas o que tu maquillaje pierde armonía, es posible que estés cayendo en algunos de los errores más comunes . La buena noticia es que corregirlos es sencillo y marcará una gran diferencia en el acabado de tu look. A continuación, te contamos cuáles son estos fallos frecuentes y cómo solucionarlos para hacer de cualquier tipo de iluminador tu aliado:

Errores comunes con el iluminador y cómo arreglarlos

1. Aplicarlo en la zona equivocada

Uno de los errores más frecuentes es colocar iluminador en toda la mejilla o en zonas donde no favorece. Esto puede hacer que la piel se vea grasosa en lugar de luminosa. Para un efecto más natural y elegante, aplícalo en lo alto del pómulo, el tabique nasal y el lagrimal. Evita zonas de alto movimiento como el centro de la frente si tienes piel mixta o grasa.

2. Usar demasiado producto

El iluminador debe dar un brillo sutil, no parecer una lámpara reflectante. Si aplicas demasiado, tu piel puede verse artificial o incluso con un efecto oleoso. Para corregirlo, usa una esponja de maquillaje con base o polvo traslúcido para suavizar el exceso y lograr un acabado más natural.

3. Elegir un tono incorrecto

El tono del iluminador es clave para que se funda con tu piel de manera armoniosa. Si tienes piel clara, los tonos champagne o perlados son ideales. Para pieles medias, los dorados aportan calidez y realce. En pieles oscuras, los iluminadores en tonos bronce, cobre o incluso con reflejos dorados funcionan a la perfección. Elegir el tono correcto evitará que el iluminador se vea demasiado blanco o cenizo.

4. Aplicarlo en zonas con textura

Si tienes poros dilatados, acné o líneas de expresión marcadas, evita colocar iluminador directamente sobre estas áreas, ya que puede acentuarlas en lugar de disimularlas. En su lugar, enfócate en los puntos altos del rostro que sean más lisos, y utiliza fórmulas más finas y sutiles que no resalten la textura de la piel.

5. No difuminar correctamente

Un iluminador mal difuminado puede verse como una mancha de brillo en lugar de un resplandor natural. Usa una brocha de pelo suelto o una esponja húmeda para integrarlo perfectamente con tu base y rubor. También puedes aplicarlo con los dedos y difuminar con suaves toques para un efecto más natural.

6. Usar la fórmula incorrecta para tu tipo de piel

Existen diferentes tipos de acabado en iluminadores: líquido, en crema, en polvo y en barra. Elegir la fórmula equivocada puede afectar el acabado de tu maquillaje. Si tienes piel grasa, lo mejor es optar por iluminadores en polvo, ya que ayudarán a controlar los brillos. Si tienes piel seca, los iluminadores en crema o líquidos aportarán un efecto más jugoso sin marcar la sequedad. Elegir la textura adecuada garantizará que el iluminador se funda perfectamente con tu piel.

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