Podemos echar mano de las cremas antiedad más efectivas y apetecibles (esta de Mercadona con oro es de las más vendidas), los mejores contornos de ojos para una mirada sin arrugas o los parches que arrasan en Instagram y combaten las ojeras, pero por mucho que recurras a productos antiaging, si luego a la hora de maquillarte no tienes en cuenta ciertos trucos, no conseguirás un look todo lo rejuvenecedor que buscabas. Por eso te vamos a dar la guía definitiva con los pasos y consejos que tienes que seguir, empezando por uno: no olvides que la consigna del menos es más se tiene que mantener en todo momento.
No hay ningún maquillador que diga lo contrario: un maquillaje muy recargado añade más años a tu rostro; por el contrario, uno sencillo, rejuvenece. Una vez tengamos esto claro, lo primero que hay que hacer es elegir bien los productos según las necesidades de la piel. Si, independientemente de la edad, nuestra piel es seca o grasa, lo mejor será apostar por una base de maquillaje adecuada. Y siempre, sobre todo a partir de los 50, por una que contenga un extra de tratamiento.
El primer paso y el más importante es cuidar la hidratación tal y como nos confirma Gisela Bosque, National Makeup Artist de Sephora Spain, « olvídate de las bases de maquillaje que prometen máxima cobertura y pásate a las más fluidas y ligeras, siempre que potencien la luminosidad. Si tienen un subtono rosado, mucho mejor. Es hora de dejar de fantasear con el acabado bronceado, que añade años –y hasta décadas- y optar por estas tonalidades». Una opción ideal es la base de maquillaje de NARS, un fondo hidratante que unifica el tono de la piel sin cuartearlo.
El trabajo de fondo está en un buen contorno de ojos que corrija bolsas, arrugas y ojeras. Pero lo que funciona al instante es un corrector. Eso sí, «no a los correctores más secos – hay que usar una fórmula extra-cremosa – y sí a los iluminadores ¡pero sin glitter! Sólo se ha de usar corrector a la medida de pieles secas y/o maduras, extenderlo sólo cerca del lagrimal, sin llevarlo a todo el contorno (y menos aún, a las patas de gallo) y usar el iluminador bajo el arco de la ceja», aconseja la experta maquilladora
¡Cuidado con el colorete! «Hay un delgado límite que está marcado, no por el color, sino por la forma de aplicar el blush. ¡Difumina, difumina y difumina! hasta que pienses que ya no queda producto en tus mejillas. El resultado es impactante, y si se trata de fórmulas cremosas, mucho más. A la vez, su uso es idóneo para iluminar la cara, ya que aporta frescor a la tez».
Es una de las partes del rostro que más envejece si no las maquillamos. Gisela del Bosque advierte: «Con el paso de los años, el pelo pierde color, grosor y fuerza – algo muy visible en las cejas. ¡Parece increíble que algo tan pequeño dé tanto carácter al rostro! Por eso, dar forma, rellenar y aumentar ligeramente la intensidad de color de las cejas es imprescindible».
Por último, y muy importante es un buen color en los labios. Para restar años a tu look de maquillaje, huye los tonos oscuros y apuesta por los naturales, entre rosa y nude, y con algo de brillo. El formato gloss es una apuesta segura.