Tienes un evento o una reunión importante, pero has pasado mala noche y tus ojos lo demuestran. Lo que mejor te vendría es un sueño reparador, pero si no tienes tiempo, hay pequeños trucos que puedes utilizar para que no se te note el cansancio. Y es que el maquillaje puede ayudarte con este tipo de menesteres, desde agrandar tu mirada potenciando unas pestañas largas y fuertes, hasta levantar el párpado caído e incluso disimular las arrugas.
Según los maquilladores profesionales (y tal y como hemos visto a grandes estrellas patrias como Blanca Suárez), aplicarte unos parches para los ojos 15 minutos antes de maquillarte, para reafirmar e hidratar la zona, ayuda bastante. A nosotras nos encantan los parches para el contorno de los ojos BeautifEYE de Pixi, porque despiertan instantáneamente los ojos y aportan la máxima hidratación gracias a su formulación con vitamina C, regaliz y ginseng (24,99 euros en Sephora).
Pero si llevas un horario endemoniado y ni siquiera tienes esos 15 minutos, puedes probar con un sérum con efecto flash, que también puede funcionar como primer de maquillaje. Nuestro preferido tiene firma española y es el Sérum Instant Beauty Flash de Vitale Cosmética, que minimiza las arrugas de expresión y las imperfecciones de la piel, aportando brillo y luminosidad de forma inmediata (12 euros en la web de Vitale Cosmética).
Y ahora sí, empezamos con el maquillaje puro y duro. Si tienes los ojos enrojecidos por la falta de sueño, puedes probar con un colirio que aclare la zona blanca, pero para que resalte aún más, delinea la línea de agua del ojo con un lápiz nude o blanco para neutralizar aún más el enrojecimiento. Con este producto conseguirás agrandar el globo ocular, con lo que tu mirada parecerá más descansada y abierta. Prueba con 3ina, la marca favorita de Laura Escanes, que tiene un lápiz de ojos en color blanco que te vendría genial, por la pigmentación que ofrecen todos sus productos (modelo 205, 7,96 euros en la web de 3ina).
Pasamos a las ojeras, lo que verdaderamente delata la cantidad de horas de sueño que has perdido. Uno de los errores que cometemos habitualmente, es aplicarnos el corrector y sobre él la base de maquillaje, pretendiendo que el color claro oculte el tono más pigmentado de nuestras ojeras, pero no funciona exactamente así. Está bien aplicar un corrector para, digamos, crear la base del lienzo, pero después deberías usar otro con matices amarillos o naranjas para compensar el tono azulado o melocotón si tus ojeras son más moradas. En cuanto al corrector de base, opta siempre por uno ligero y cremoso que al secarse ofrezca un acabado sutil y empolvado para que se funda con las líneas de expresión y no se meta entre ellas marcándolas más. Prueba con la paleta de correctores de NYX, que tiene seis tonos distintos para contrarrestar el color de tus ojeras (11,90 euros en Amazon) y con el corrector iluminador de Rare Beauty (22,99 euros en Sephora), que se funde maravillosamente bien con la piel.
Y tras comprobar que el producto no se haya depositado en las líneas de expresión (y, si así fuera, volver a difuminarlo con una esponja humedecida), aplica una fina capa de polvos traslúcidos con partículas reflectantes para fijar el corrector y evitar que se mueva o se deposite en las arruguitas. Prueba con los polvos traslúcidos de NARS (31 euros en Sephora), que fija el maquillaje, matifica la piel y le confiere luminosidad.
Y eso es todo. En unos pocos pasos, puedes emular una buena noche de sueño. Eso sí, cuando llegues a casa, desmaquíllate y échate a dormir, es el mejor remedio, sin duda.