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Es el primer mandamiento de las actrices, cantantes y famosas del "showbusiness": cada vez que quieren darle un giro a la carrera, lanzan nuevo disco, serie o película o quieren ponerse a tiro de nuevas marcas de moda o belleza, cambian de "look". Lo más efectivo es hacer como ha hecho esta semana Adriana Abenia y apostar por el cambio más radical : pasar de rubia rubísima a morena. El "shock" está asegurado, y la atencion también. Son muchas las famosas que han realizado esta operación de imagen o incluso transitan de un color a otro según el proyecto que tengan entre manos. ¿Cómo te gustan más, rubias o morenas?
Conocimos a la presentadora de televisión como rubia, una media melena con un tono cálido que varió de longitud o cambiando a rubio platino.
El cambio es total: parece, directamente, otra. Se trata de un cambio de "look" pensado y ejecutado por Manuel Zamorano que impacta aún más por el acabado humedo del peinado.
La actriz sorprendió hace unos meses con un cambio de "look" radical, esta vez a la inversa: pasó de morena a rubia y de rubia, a un californiano en rosa. No sabemos qué futuro le deparará a su melena, pero seguro que pronto vuelve a su color castaño: los profesionales recomiendan no insistir repetidamente con las decoloraciones para no estropearnos el pelo.
Es cierto: los colores claros rejuvenecen y puede que no sea casualidad que Macarena decidiera pasarse al rubio al cumplir los 30. Además, se nota que de niña fue rubia, pues el color le va fenomenal a su tono de piel y sus ojos verdes. Su melena oscura, con ese castaño tan matizado, también nos encantaba. ¡Vuelve al lado oscuro, Macarena!
Fue breve, pero intenso: el mundo intenso aplaudió cuando Selena Gomez apareció con su media melena oxigenada. Sin embargo, no duró más allá de algunos meses: mantener el rubio amarillo o platino con una base tan oscura como la suya es costosísimo.
Aunque de rubia se apuntó a una imagen más desenfadada y rockera, lo cierto es que las facciones redondeadas de Serena hacen innecesario que se aniñe aún más. Su melena oscura natural le aporta ese toque sexy típico del "look" latino tan genial.
Al principio de su carrera, la protagonista de "La, la, land" se presentaba rubísima, como mandan los cánones de la belleza en Hollywood. No le duró demasiado el aclarado.
Conform su carrera empezó a despegar, Emma Stone fue modificando su color de pelo hasta dar con una tonalidad pelirroja que, en tonalidades más o menos oscuras, se ha convertido en su marca personal.
Para su papel en la película "La llamada", Anna se decoló el pelo con el mismo toque de rosa en las puntas que parece que le ha copiado su súper amiga y compañera de reparto, Macarena García.
Aunque el rubio le da un aire muy desenfadado, el pelo naturalmente castaño de Anna Castillo le queda de maravilla. Nos encanta, además, que lo lleve más o menos corto.
La obsesión de la pequeña de las Kardashian con su pelo es de sobra conocida por todo el mundo: se ha convertido en uno de los focos de atracción de su presencia en redes sociales. Además, le encanta las pelucas. Sin embargo, ella misma ha reconocido que se ha decolorado varias veces, aunque siempre acaba volviendo el color oscuro, como su hermana mayor, Kim.
Kylie se decoloró por primera vez por deseo de Donatella Versace, quien decidió que el vestido que le había prestado para una Met Gala iba mejor con el cabello rubio. Desde entonces la hemos visto en todas las versiones, del platino al amarillo, pero siempre vuelve al tono oscurísimo que caracteriza a todas las mujeres de su familia: su herencia armenia.
El año pasado, la protagonista de "Girls" cambió su castaño natural por un rubio dorado, una decisión que quizé le hizo perder un poco de personalidad: ocurre cuando el efecto suavizante del rubio se ejerce sobre facciones que no requieren de tanta suavidad.
Allison Williams no se mantuvo demasado tiempo de rubia: su imagen perdía mucho carácter, como podemos observar en esta foto reciente. El contraste de una melena castaña con sus ojos verdes es demasiado espectacular como para prescindir de él.
