Por qué nos encanta el último recogido de Letizia

La reina Letizia ha vuelto a sorprendernos a todas. Anoche, con motivo de la celebración de la cena de gala que homenajea a los ganadores de los premios periodísticos Mariano de Cavia, concedidos anualmente por ABC, decidió recoger su melena en un delicado moño de bailarina que no puede ser más favorecedor.

Sencillo solo en apariencia, con un estratégico efecto despeinado que busca el efecto de restar severidad y aportar calidez y naturalidad , el recogido tenía el plus de redondear los anguloso rasgos faciales de la Reina, ayudado por los preciosos pendientes de chatones de las llamadas "joyas de pasar", las que se transmiten del Soberana a Soberana.

No se trata, sin embargo, de un recogido sencillo: debe dar la impresión de haber sido improvisado, pero en realidad estar perfectamente bajo control. Solo ligerísimos mechones escapan de la melena, que se parte en dos solo hasta mitad de la cabeza, mientras el resto de cabello se peina para atrás.

El pelo no debe estar tirante sino buscar un volumen natural, sin efecto cardado, hasta recogerse en un intrincado moño bajo. Un recogido que bien podría haber firmado Maria Grazia Chiuri, la directora creativa de Dior, quien ha dedicado su colección de primavera 2019 al mundo del ballet clásico y a sus bailarinas.

Esta particularidad del efecto despeinado o "messy" no es asunto baladí. De hecho, la afición de Meghan Markle por los recogidos con efecto despeinado provocó cierta incomodidad en el rígido protocolo de Buckingham Palace, donde aún hoy es percibido como demasiado informal para un miembro de la Casa Real. Un error de apreciación, sin duda, como deja demostrado nuestra Reina, capaz de defenderlo en una cena de gala y salir victoriosa de tal elección. A nosotras, no lo podemos ocultar, nos encanta

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