El balayage y las babyligthts llevan años siendo los reyes del color en todo el mundo. La naturalidad, luz y movimiento que proporcionan ambas técnicas de coloración a las melenas son las razones que las han llevado a alzarse con el trono. Sin embargo, shadow toning (ajuste de sombras en castellano) amenaza con robarles el reino, sobre todo si le apoyan en su batallas las castañas y morenas, a las que promete tratar como princesas.
Esta nueva técnica de coloración garantiza más cuerpo y movimiento al cabello y menos mantenimiento. El colorista trabaja primero el color base de la melena, antes de decolorar y jugar con el degradado de diferentes tonos. Así, se combina el balayage –las raíces son más oscuras y el cabello se va aclarando hacia las puntas haciendo un degradado– con las babylights –mechas claras muy finas y sutiles– para conseguir un cabello que tenga delicados destellos de luz que proceden de los medios de la melena, no de las raíces.
Shadow toning es la nueva técnica de coloración que combina el balayage con las babylights para que el tono dure más tiempo. /
El shadow toning es perfecto para las mujeres que quieren lucir unas mechas, pero no tienen tiempo (ni ganas) de volver a la peluquería para retocárselas pasadas cuatro o seis semanas. Con esta técnica pueden estar de cuatro a seis meses sin tener que retocar la raíz, ya que juega con los tonos oscuros de la misma forma que se ha hecho hasta el momento con los claros. El resultado es una melena con profundidad, movimiento, luminosa y de aspecto muy natural.
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